Sí, sí, al final he tenido que hacer. Ya sabéis que soy muy crítico con la mal nombrada "Pastelería Creativa" así como con la desbordada pasión de algunos por el fondant utilizado en ciertas elaboraciones de cupcakes, muffins, cheesecakes, macarons y popcakes, etc. En general, todo este fetichismo por el fondant, y a la práctica de la calle, a menudo se traduce en creaciones ridículas, cursis e incomibles, que no le van bien una sociedad ya saturada de grasas y azúcares. Y aquí está donde radica el problema.
Casualidades de la vida, ahora me he encontrado con la obligación de tener que hacer cupcakes, mira tú por donde. Pero he procurado hacerlos comibles, eso si, sin rastro de fondant. De hecho, estos cupcakes que veréis los han hecho mis hijos de 6 y 8 años, ya que los tenían que presentar en un concurso que han hecho en la escuela. Yo solo los he ayudado con la decoración de las piezas de chocolate y les he dado algunos consejos interesantes, pero el resto lo han hecho ellos todo solitos. ¡No olvidéis nunca que los niños siempre están deseando que los invitéis a hacer cosas en la cocina! En esta ocasión, se lo han pasado muy bien y nos hemos divertido todos juntos.
12 magdalenas de pastelería
trufa cocida
almíbar
cobertura de chocolate negro
otras piezas decorativas
Primero tenéis que preparar las magdalenas de pastelería.
A mi hijo se le da muy bien remover las masas.
Han preparado los moldes.
Muy bien.
Ahora toca escudillar la masa dentro de los moldes.
Ya lo tenemos a punto.
¡Para el horno!
Seguidamente os mostraré como hacer unas divertidas decoraciones con chocolate. Hinchad unos globos pequeños.
Secadlos.
Echad un chorro de aceite.
Y lo esparcís bien, que quede bien repartido. El aceite ayudará a hacer que el globo no se enganche tanto con la cobertura una vez esté fría y dura.
Removedla bien, y dejáis que se enfríe un poco. La cobertura tiene que estar fría (no caliente) pero deshecha.
Ahora, colocad los globos sobre un vaso de cortado y tirad por encima la cobertura.
Dejad que la gravedad haga su trabajo.
Dejadlo enfriar en la nevera.
Con la cobertura sobrante extendéis una capa sobre un papel y lo ponéis en la nevera.
Cuando empiece a endurecerse cortadla a tiras, dobláis la hoja y enganchadla con celo.
También podéis hacer círculos con la cuchara y obtendréis este otro dibujo.
Si también lo enrolláis, todavía quedará más bonito.
Retirad el papel con cuidado de no romperlo.
Una vez fría la cobertura de los globos, si es lo bastante gruesa, podéis reventar el globo. Si es delgada procurad desinflar el globo haciendo un pequeño corte en la parte del nudo.
Retirad el globo con cuidado.
Y ya tendréis una especie de nidos de chocolate para decorar los cupcakes.
Ahora, pinchad las magdalenas un poco.
Mi hijo me ha ayudado.
Y pintadlas con el almíbar. De esta manera no quedarán secas por dentro.
Podéis poner un chorro de coñac en el almíbar, para aromatizar. Tranquilos que esta mínima cantidad de alcohol no afectará a los niños. Pero si no queréis, no pongáis.
Templad la cobertura al fuego hasta que tenga textura pomada, y llenad una manga.
Y ya podéis empezar a decorar los cupcakes.
Si no lo habéis hecho nunca os aconsejo que lo probéis antes de decorar las magdalenas, como han hecho mis hijos. Un poco de práctica no va mal.
¡A mi hijo se le da muy bien!
Podéis hacer decoraciones diferentes con cornetes diferentes.
En este caso pondremos el nido de cobertura que hemos hecho.
En la tienda de chuches hemos encontrado unas piedras muy bonitas de azúcar.
¿Bonito, no?
Mi hija también me ayuda a aplicar diferentes decoraciones con las piezas que hemos hecho de chocolate.
Este también queda bonito.
Y el otro con una combinación similar. Los tres con los mismos ingredientes pero de aspecto diferente.
¡Y ya los tenemos acabados!
Recordad conservarlos en la nevera.
Y claro está, no podía faltar un decorado con corazones para mi hija.... ¡que le encantan! ¡Y ahora tocar probarlos! ¡Buen provecho!