Los que me conocéis, sabéis que de vez en cuando me gusta meter la nariz en otras cocinas del mundo. La cocina también se globaliza en cierta manera, y la cocina tradicional no está exenta de evolucionar. Con eso no quiero decir que nos podamos olvidar de nuestro recetario tradicional ni de nuestra cultura, todo el contrario, el recetario está vivo y hace falta que lo ampliemos con aquellas preparaciones (adaptadas o no) de otras culturas que nos encajen con nuestros gustos y con la disponibilidad de recursos e ingredientes, haciéndolas nuestras.
Para mí, eso también es cuidar de nuestra cultura. Y aquí podríamos abrir un debate muy largo, ¿verdad que si? Pero un debate sano y pertinente, cuestionando como tenemos que crecer y como tenemos que mantener el recetario tradicional. Un debate que necesitamos tener en nuestras cocinas.
Volviendo al plato, ¿sabéis qué es el curri? Erróneamente, creemos que el curri es la mezcla de especias que encontramos en el súper, pero en la India no encontraréis este producto. Los curris, por definición, son platos típicos muy especiados que se cocinan por toda Asia. Vendría a ser como hablar de romescos en Catalunya y, claro, no me refiero a la salsa "romesco".
Con todo, hoy os traigo una receta tradicional india que os recomiendo probar. Además, es bien sencilla de cocinar, ya lo veréis. He acompañado este curri con una mezcla de cous-cous y arroz basmati. ¡Vamos!
500 g gambas peladas
3 pimientos (uno de cada color) cortados en tiras
2 cebollas tiernas cortes en juliana
1 trozo de jengibre fresco picado
4 dientes de ajo picado
1 guindilla picante o chile a trozos (bicho)
mezcla de especias (gran Masala, pimentón, comino, curri, etc.)
1 pastilla de caldo de ave disuelta en medio vaso de agua
1 cucharada de concentrado de tomate
500 ml leche de coco
cilantro fresco o perejil
pimienta negra
aceite de oliva
sal
arroz y/o cous-cous como acompañamiento del plato
Variantes:
- Podéis servir el curri sin acompañamiento o con tiras de pan de maíz
- Podéis hacerlo más o menos picante o sin picante
Podéis utilizar gamba pelada congelada.
Preparad todos los ingredientes.
Cortad la verdura a tiras.
Picad el jengibre, el ajo y la guindilla picante.
En un bol, poned la mezcla de especias, al gusto. Yo he puesto una cucharada de postres de cada.
Esta variedad de Gran Masala es importante, pues aportará el auténtico sabor a India. La podéis encontrar en cualquier supermercado o tienda especializada.
En una cazuela o wok, calentad un poco de aceite de oliva y dadle una primera y corta cocción a las gambas. Un poco de sal y pimienta.
En cuanto cambien de color, las reserváis.
En el mismo aceite, dorad el ajo con el jengibre y la guindilla. Y seguidamente añadid las especias. Dejadlas dorar unos instantes.
Removedlo un par de minutos, que salgan los aromas.
Y ahora, ya podéis añadir la verdura.
Al mismo tiempo, la pastilla de caldo disuelta en medio vaso de agua.
Poned también una cucharada de concentrado de tomate. Dejad hacer la verdura 3 o 4 minutos.
Ya podéis poner las gambas. Lo removéis.
Finalmente, verted la leche de coco y lo dejáis reducir unos minutos, hasta que la salsa tenga buena textura.
Si queréis, podéis poner más pimienta negra y corregir de sal.
Para acabar el plato, un poco de cilantro fresco picado. Si no tenéis, perejil servirá. Apagad el fuego y dejad reposar el plato un rato.
A mí me gusta servir este curri con una primera capa de cous-cous.
Y una capa de arroz basmati después.
Y ahora si, ya podéis poner el curri de gambas por encima.
¡Gran plato con sabores de todo el planeta! ¡Buen provecho!