¡Si te gusta el pato confitado, estás de enhorabuena! No te puedes perder esta maravilla de receta. El huevo poché será la guinda de un plato de alto nivel, fino y elegante, con el que no fallarás si tienes invitados exigentes a la mesa. ¡Vamos a ello!
- 2 muslos de pato confitado
- 500 g de pasta (en este caso Elicoidali)
- 50 g de tomate seco conservado en aceite
- 1 calabacín cortado en dados
- 3 dientes de ajo
- 250 ml de leche evaporada o nata para cocinar
- 40 g de queso parmesano en polvo
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra
- Sal
Variantes:
- Se pueden utilizar otros tipos de pasta
- Se pueden añadir setas de temporada o unas virutas de trufa

Pon el pato confitado en una sartén, con toda su grasa.

Deja que se caliente y se dore.

Mientras tanto, limpia y corta un calabacín en dados.

Pero vigila el pato de vez en cuando, ya que se tuesta muy rápidamente.

Cuando esté dorado, retira los huesos.

Y aprovecha para deshilachar un poco la carne. Resérvala.

Corta tres o cuatro tomates secos conserva.

Muy bien. Esto le dará mucha potencia de sabor al plato.

Pon a hervir la pasta. Yo he escogido elicoidali.

En la misma sartén, y retira el exceso de grasa del pato, pon a dorar los ajos.

A continuación, añade el calabacín.

Y un poco de sal y pimienta negra.

Bien salteado, hasta que coja este bonito color.

Ahora, ya puedes añadir las 3/4 partes de la carne de pato y mezclarlo todo. El resto de carne resérvala para decorar el plato.

Seguidamente, la nata líquida.

Y también el queso. Todo bien mezclado.

Será el momento de incorporar la pasta.

Un par de vueltas y ya lo tendrás acabado. Se puede añadir un poco de agua de cocción de la pasta. Un poco más de pimienta negra y corregir de sal.

Y ya puedes servirlo bien caliente, decorando con el resto de carne reservada.

Para hacer el plato todavía más redondo, puedes preparar un huevo poché.

Y coronar así este plato.

¡Qué maravilla! ¡Buen provecho!