Hay muchos platos tradicionales de la gastronomía española que hemos cocinado toda la vida y que, como siempre digo, conforman el día a día de nuestro recetario. Las empanadillas son uno de estos platos. Como también pasa con las croquetas, los buñuelos y otros aperitivos elaborados, la versión casera no tiene nada que ver con la versión industrial o congelada. Una empanadilla congelada... está bien, se puede comer. Pero una buena empanadilla es una cosa muy buena, de aquellas cositas que si te comes una... te comerías dos. Mira que es fácil de hacer una empanadilla... y mira que cuesta encontrar buenas, ¿eh?
Desgraciadamente, y como pasa con la ensaladilla, la versión casera es un producto que difícilmente encontraremos en un restaurante y que nos vemos obligados a restringir el consumo de buenas empanadillas en casa... las que hace la mama o la yaya... o vosotros mismos, también. Animaos a disfrutar, haciendo y probando, de unas buenas empanadillas de las de toda la vida. Y es que la empanadilla siempre ha tenido un rasgo característico, ¿verdad? Vamos.
1 paquete de pasta de empanadilla
2 huevos duros
4 cucharadas grandes de tomate frito
100 g de atún en aceite
1/2 cebolla picada
1 cucharada pimentón
1 cucharada de pimienta negra
sal
Variantes:
Podéis poner pimientos del piquillo bien picados
Podéis cortar la cebolla en juliana si lo preferís
Se pueden hacer sin huevo
Preparamos todos los ingredientes.
Previamente, hemos hervido un par de huevos durante unos 10 minutos. No más, o la yema se pondrá verde.
Picamos la cebolla...
Preparamos el atún...
Picamos los pimientos del piquillo y, una vez fríos, picamos también los huevos.
En un bol ponemos el pimiento, el huevo...
... el atún...
... el tomate frito...
... un poco de pimienta negra en polvo...
... y una cucharadita de pimentón de "La Vera".
En una sartén con unas gotas de aceite... sofreímos la cebolla.
Mientras se hace la cebolla, ya podemos ir removiendo nuestro preparado.
Enseguida cogerá textura cremosa.
También podéis ir preparando la pasta de las empanadillas... e ir separándolas.
Una vez la cebolla esté doradita...
... la incorporamos a nuestro preparado y lo volvemos a remover.
Ya tenemos nuestro relleno preparado.
Dejadlo reposar unos minutitos si queréis...
Poco a poco, con una cuchara, rellenaremos las empanadillas con una cantidad razonable.
Las tapamos...
... y con los dedos hacemos una ligera presión evitando que salga el relleno.
Finalmente, con un tenedor, sellaremos con fuerza la empanadilla, dando aquella forma característica.
Como os saldrán entre 20-25, podéis utilizar el mismo papel de la pasta para ponerlas en una bandeja y congelarlas.
Así, directamente, ya las podemos freír.
... como veréis, la empanadilla no tarda nada en cocerse, sobre todo si no la habéis congelado.
Vigilad que cojan buen colorete...
... ponedlas sobre un papel absorbente...
Y ya las podéis servir en la mesa...
... bien calentitas. A pesar de qué frías también están muy buenas.
Ummm... ¡Por fin aquel sabor de toda la vida que tenían las empanadillas!
¡Buen Provecho!