Seguramente ya conoces esta ensalada, ya que se está haciendo muy popular. El aguacate es una fruta muy saludable (regula el colesterol), aunque también tiene sus calorías. Dicho de otra manera, engorda. Como siempre, las cosas se tienen que tomar con medida. El aguacate tiene que estar en su punto, es decir, bien blando, que se deshaga si lo apretamos con los dedos, pero que tenga la suficiente consistencia para poder cortarlo en dados. Esta ensalada es de aquellos platos que siempre apetecen en verano. No sé qué tipo de sensación provoca la combinación de los dos ingredientes principales de esta ensalada que, en ciertos momentos, la hace muy deseable.
- 1 tomate de aliñar
- 1 aguacate maduro
- Vinagre balsámico de Módena
- Aceite de oliva virgen extra
- Atún en lata
- Sal
Variantes:
- Se puede comer con pan o pan con tomate
- Se puede rociar el aguacate con zumo de limón para evitar la oxidación
Corta el aguacate por la mitad hasta tocar el hueso.
Abre con un giro como si desenroscaras una tapa, y haz saltar los dos lados.
La piel verás que sale sola.
Con las manos se puede sacar fácilmente, siempre que el aguacate esté al punto.
Saca el hueso.
Ahora corta el aguacate en dados.
No demasiado grandes.
Haz lo mismo con el tomate.
Sálalo todo mezclado.
Ahora incorpora el vinagre de Módena.
Un buen chorro, al gusto.
Haz lo mismo con aceite de oliva virgen extra de buena calidad.
Remuévelo bien y déjalo reposar al menos una hora en la nevera. Si quieres puedes dejar los huesos del aguacate dentro para evitar que se ponga negro.
Ahora emplata. Coloca una base de atún con un molde redondo. Haz presión.
Ahora, acabamos de llenar el molde con la ensalada de aguacate y tomate, y haz también una ligera presión.
Finalmente, acaba con un poco de crema balsámica de Módena.
Y ya lo puedes servir.
Sana, buena y refrescante ensalada para servir todo el año, pero sobre todo en épocas de verano.
¡Buen Provecho!