Ensalada fácil de hacer y extraordinariamente buena. Claro está, te tiene que gustar la escalivada, pero eso es una obviedad. Y hacer la escalivada siempre implica un poco de trabajo, aunque a mí me gusta. Me gusta pelar la piel del pimiento, y quemarme un poco incluso. Me gusta notar el tacto suave de la cebolla cocida, bajo la capa de cebolla tostada. Me gusta hacer tiras de carne con la berenjena. ¡Es divertido!
Me gusta sumergirlo todo en una buena cantidad de aceite del bueno. En definitiva, todo es gustoso de hacer. Total, en esta ocasión, aproveché la brasa de una barbacoa de carne que había hecho en casa para cocer las verduras envueltas con papel de aluminio. Por lo tanto, preparé la escalivada el día antes, cosa que os recomiendo. A partir de aquí, hacer la ensalada que os propongo es cuestión de diez minutos. Un plato sabroso, de la tierra, que podéis complementar de muchas maneras. Aquí os dejo mi propuesta.
escalivada (pimiento, cebolla, berenjena, etc...)
lechuga larga
tomate de aliñar
atún o bonito en conserva
anchoas
vinagre
aceite de oliva virgen extra
sal
Variantes:
Podéis añadir olivas
Se puede poner cangrejo (surimi) y tacos de queso fresco
Antes de nada necesitaréis preparar una escalivada.
La podéis hacer al horno o a la brasa.
Pelad toda la verdura escalivada y reservadla en un recipiente.
No sé si os pasa a vosotros, pero pelar la verdura escalivada produce una especie de placer inexplicable. Es sencillamente gustoso de hacer, y no sabría definirlo mejor.
Y el aroma que hace, ¿eh?
Yo he puesto una buena cantidad de aceite de oliva en una bandeja de cristal.
A continuación ha ido poniendo capas de escalivada.
Y finalmente, lo he cubierto todo con más aceite.
Si queréis, podéis añadir unas bolas de pimienta, que darán sabor.
Y dejadlo descansar unas horas. De hecho, yo la hago el día anterior a su consumo. Está mejor.
Una vez hecha la escalivada, nos quedará la parte más sencilla: preparar la ensalada. Buscad las hojas más bonitas de lechuga.
Una vez limpia, cortad la lechuga en tiras.
A mí, personalmente, me fastidia mucho que las ensaladas no estén bien escurridas.
Por lo tanto, os recomiendo utilizar un sencillo centrifugador manual.
De esta manera conseguiréis ensaladas perfectas.
Y parece que no, pero siempre hay más agua de la que nos pensamos.
Echad un chorro de vinagre en la lechuga.
Uno pizca de aceite de oliva.
Y sal.
Removedlo bien y reservadlo.
A continuación, lavad el tomate de aliñar. Podéis utilizar la variedad que más os guste.
Colocad una primera capa de lechuga ya aliñada en el fondo del plato.
Seguidamente, colocad trozos de verdura de la escalivada, como os guste.
Colocad también trozos grandes de atún o bonito.
Y finalmente, unas anchoas, que darán más carácter al plato.
Un nuevo chorro de aceite de oliva virgen extra por encima y listos. Unas olivas también le van muy bien.
¡Buen provecho!