Por muchas razones, hay que aprovechar al máximo la temporada de higos frescos. Entre las razones destacaremos las propiedades nutritivas de este producto: vitaminas C y B6, elevado contenido en fibra y fuente de minerales (potasio y calcio), pero al mismo tiempo, recordar su extraordinario sabor y textura que hacen de cada plato una verdadera experiencia culinaria. Alegría para la boca y para la vista. ¡Vamos a ello!
- 5 higos frescos por cada persona
- Rúcula fresca
- 1 yogur griego (para cada dos personas)
- Pimienta blanca
- Queso parmesano a trozos
- Crema de vinagre de Módena
- Aceite de oliva virgen extra
- Unas gotas de zumo limón
- Piñones
Variantes:
- Se pueden usar otros frutos secos
- Se pueden escoger otros tipos de queso con carácter (Pecorino, azul, manchego, etc.)
- Se pueden añadir fresas y naranja
Primero, prepara el yogur. En un bol, vierte un yogur griego por cada 2 personas. Tira un poco de pimienta blanca, unas gotas de limón y un chorrito de aceite de oliva virgen extra y lo mezclas bien. Resérvalo.
En un plato, pon una base de rúcula fresca y encima unas cucharadas de esta preparación de yogur.
Ahora, lava bien los higos. Retira la parte inferior.
Retira también la parte superior y córtalas por la mitad y de nuevo por la mitad, sin llegar a cortarla del todo.
De esta manera, se abrirá como una flor y quedará más bonita en el plato. Coloca los higos encima del yogur.
Decora con un poco de queso y tira por encima de un buen chorrito de crema de vinagre de Módena.
Finalmente, unos piñones y un poco de aceite de oliva virgen extra.
¡Buen provecho!