Seguimos metiendo la nariz en la cocina marroquí, una cocina muy rica en matices y sabores que me encantan. Hoy os presento una ensalada extremadamente sencilla de hacer y que resulta excelente a gusto. Este es el resultado de una mezcla de platos que he conocido documentándome sobre esta apasionante cocina mediterránea.
Os recomiendo que aprovechéis, sobre todo, la temporada de buenos tomates ecológicos para disfrutar todavía más de un entrante que puede llegar a considerarse un poco sencillo, pero que tiene su personalidad y deja huella. Espero que os guste.
3 tomates maduros pelados
300gr. lentejas cocidas
1 cebolla tierna
perejil fresco picado
1 cucharada de Tahín (pasta de sésamo)
1 cucharada de comino
1/2 cucharada de canela en polvo
3 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de agua
sal
Preparamos todos los ingredientes.
Pelamos y hacemos el tomate a trocitos pequeños. Estos son tomates del huerto de un buen amigo mío y tengo que decir que son una brutalidad.
Pelamos la cebolla tierna...
... y la picamos bien fina...
... lo mismo con el perejil...
Lo iremos mezclando todo en un recipiente.
El tahín, o crema de sésamo, lo podéis comprar en cualquier herbolario.
Pondremos una buena cucharada.
Un chorrito de agua ayudará a deshacer el tahín y mezclar mejor la ensalada. ¡Pero no os paséis!
Ahora el comino...
... una cucharada también...
... la canela...
... una también...
... la pimienta negra...
... media cucharada, más o menos...
... y una pizca de sal...
Lo mezclamos todo.
Las lentejas, ya cocidas, las lavaremos un poco.
Las incorporamos.
Un buen chorro de aceite de oliva y prácticamente ya lo tenemos.
He utilizado unas hojas de lechuga para presentar el plato.
El pimentón picante le aportará el toque picante que tienen muchos platos marroquíes.
Asimismo, con un chorro de aceite de oliva por encima.
Ummm, fresca, sana y exótica ensalada.
¡Buen provecho!