El otro día estaba haciendo unas croquetas... y me sobró una buena cantidad de bechamel. Abrí la nevera... y pensé un rato. Finalmente, acabé combinando ingredientes para elaborar una salsa dulce y salada que incorpora queso roquefort y almíbar de Mostarda Di Cremona. Probablemente, podríamos sustituir este almíbar (que no es tan empalagoso como el de la fruta confitada tradicional de nuestra casa) por un poco de miel. Inicialmente, este plato tiene un claro sabor a roquefort... pero con una finalización bastante dulce.
500gr espaguetis
salsa bechamel
un vaso de almíbar de mostarda
150g jamón ibérico
50g roquefort
1 cebolla picada
3 hojas de laurel
aceite
sal
Primero de todo ponemos a cocer los espaguettis en abundante agua, sal y una hoja de laurel.
Os recomiendo ver la receta de la salsa bechamel. Aquí partiremos que ya la tenemos hecha.
Con la salsa todavía bien caliente... incorporaremos el roquefort a trocitos...
... lo removeremos bien con una varilla... y lo dejaremos reposar.
Mientras, en una sartén con unas gotas de aceite... doramos la cebolla bien picada.
Cortaremos el jamoncito bien pequeño...
... y lo añadimos a la sartén. Sólo tiene que cambiar de color, así que en dos o tres minutos estará listo el jamón.
Seguidamente incorporaremos el almíbar de Mostarda.
Que quede todo bien impregnado...
... enseguida empezará a hervir el azúcar. Lo mantenéis un minutito para caramelizar la cebolla y el jamón.
Entonces, poco a poco... vais incorporando y ligando la bechamel.
Dejad que arranque el hervor... y tres o cuatro minutitos más removiendo, para reducir-lo todo un poco.
Ya podemos incorporar los espaguettis que hemos cocido "al dente". Calentarlo bien caliente.
Sólo nos queda emplatarlo.
Finalmente, me gusta cubrir los espaguettis con un poco de pimienta negra.
Más que por el gusto de la pimienta... por el aroma que deja ir la pimienta recién molida.
Y a comer.
Eso es todo. A primer golpe de vista podrían parecer unos espaguetti carbonara, ¿eh?... pero ya os adelanto que son lo bastante diferentes. Y para acompañar el plato... un vinito negro... de aquellos buenos buenos... ¿eh?
¡Buen Provecho!