Hoy os presento una nueva combinación dulce-salado que os hará lamer los dedos. Además, os quiero presentar un producto extraordinario: el aguamiel que hacen en Jijona. No es el aguamiel con alcohol que se hace en Extremadura u otras partes de la península, que en realidad es una bebida. Y es que el aguamiel era un postre árabe que, según la zona de España y el tipo de fruta o verdura que había en el terreno, se preparaba de distintas formas.
2 espaldas de cordero
1 pote de aguamiel de Jijona
Para hacer el adobo:
hierbas aromáticas (tomillo, romero, laurel, hisopo, etc...)
1 vaso de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada sopera de pimentón
1 cucharada sopera de orégano
unas hojas de laurel
pimienta
sal
Variantes:
- Se puede añadir el zumo de medio limón al adobo
Preparad las espaldas de cordero en una bandeja de horno.
Como veis, he pedido que me corten el hueso.
Ahora preparad todos los ingredientes del adobo.
En un bol, poned el aceite.
Una cucharada grande de orégano.
Pimienta negra al gusto.
Una cucharada de pimentón.
Unas hojas de laurel, que podéis desmenuzar.
Tomillo, romero, y las hierbas aromáticas que tengáis a mano.
El zumo de medio limón (opcional).
Removedlo bien.
Seguidamente, ya podéis rociar la carne con este adobo.
Que penetre bien en la carne, por dentro de los cortes.
Impregnadlo bien por todos lados y dejad la carne en adobo un par de horas en la nevera. Podéis taparla con papel de film.
Pasado este tiempo, poned el horno a unos 180 grados centígrados y hornead la carne durante una hora, de momento.
Pasado este tiempo dadle la vuelta y volved a ponerlo una hora más.
No olvidéis, de vez en cuando rociar la carne con su propio jugo.
De esta manera quedará más sabrosa.
Podéis acabar de cortar los trozos marcados para mover mejor cada porción.
Si queréis probad la carne para comprobar que esté bien hecha. Tendréis que tener la carne unas 2:30h aproximadamente, dependiendo de la medida del hombro. Una vez hecha la carne, es interesante que repose un rato. Incluso la podéis cocer el día antes y al día siguiente todavía estará más buena. Sólo lo tendréis que calentar un poco.
Y ahora si, a la hora de servir la carne la acompañaremos con la aguamiel.
Como veis son trozos de calabaza confitada.
Pero también es interesante tirar un poco de este juguito por encima de la carne.
Poned un trozo de cordero en un plato generoso.
Qué pinta, ¿no?... no conviene mirar estas fotos con hambre.
Un poco de calabaza...
un poco de juguito (no os paséis).
¡Y a disfrutar de la vida, chicos!
¡Buen provecho!