Hoy os presento un guiso de temporada que os encantará. De aquellos platos que hacen chup-chup, donde el primer deseo es mojar un trocito de pan para probar la salsa. Como ya sabéis, el rebozuelo es una seta muy aromática, que junto con la picada de chocolate y el hígado del conejo, le dan un carácter muy montañés y, por qué no decirlo, muy de nuestra casa.
Es más sencillo de hacer de lo que parece y se conserva bien en la nevera. De hecho, es recomendable (cómo pasa con la mayoría de guisos) cocinarlo al menos un día antes, lo que garantiza una integración de sabores perfecto. La cocina necesita su tiempo, también de reposo. ¡Espero que os guste!
1 conejo cortado a trozos (incluido el hígado)
250 g de rebozuelos frescos
35 g chocolate negro
un puñado de hierbas aromáticas
unas hojas de laurel
5 dientes de ajo
1 cebolla picada
1 vaso de vino blanco
agua
un trozo de manteca
aceite de oliva
pimienta negra
sal
Variantes:
Se puede hacer con otras setas
Se puede hacer con pollo en vez de conejo
Limpiad los rebozuelos, básicamente arrancando la parte inferior, que puede contener arena.
Preparad los ingredientes.
Poned a freír los ajos con las hierbas aromáticas en una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva y un trozo de manteca.
Añadid el conejo con el hígado.
Dejad que se marque por ambos lados.
Retirad los ajos dorados antes de que se quemen y pasadlos a un mortero donde haréis la picada.
Seguidamente, reservad el conejo y las hierbas.
En el mismo aceite poned a sofreír la cebolla.
Mientras tanto, picad los ajos con una mano de mortero.
Añadid el hígado del conejo todavía caliente.
Y el chocolate.
Picad bien dentro del mortero.
Cuando la cebolla esté transparente...
ya podréis añadir las setas.
Un poco de sal y lo dejáis sofreír todo junto un par o tres de minutos.
Seguidamente, incorporad el conejo y las hierbas.
Tirad dentro de la olla el vaso de vino blanco.
Dejadlo cocer unos 15 minutos hasta que se evapore todo el alcohol.
Pasado este tiempo, ya podréis incorporar la picada.
Poned agua hasta casi cubrir la carne.
Un poco más del sal y lo dejáis cocer a fuego medio-bajo durante unos 30 minutos.
Tapadlo.
Pasado este tiempo comprobáis si la carne del conejo está bien cocida y si la salsa ha reducido suficiente. En caso contrario, dejadlo un rato más a fuego bajo.
Una vez hecho apagad el fuego y dejad reposar el plato un par de horas (mejor hacerlo el día antes).
Y ahora si, lo calentáis y lo servís bien caliente. ¡Que no falte pan para mojar!
¡Buen provecho!