Cuando llega el frío, el cuerpo necesita más energía y alimentos que aporten calor. Este guiso es de aquellos que hacen hogar. Un plato tradicional, contundente, sabroso, para mojar pan.
En el caso de hoy, podéis utilizar diferentes partes del cordero para elaborar este plato, así como diferentes tipos de aceituna verde. ¡Que aproveche!
1 kg de cordero (pecho o cuello)
4 patatas grandes
3 tomates
2 cebollas
1 hoja de laurel
1 copa de vino blanco
200 g de aceitunas verdes
aceite de oliva
pimienta negra
agua
sal
Variantes:
- En vez de pecho podéis poner codillo, cuello o muslo.
- Se puede hacer con judías además de la patata.
- Se puede hacer con setas.
- Se puede añadir una picada, que se sofríe con la cebolla y el tomate.
Preparad los ingredientes
En mi caso he utilizado cuello de cordero.
Respecto a las olivas, la receta nos propone aceitunas verdes, por lo tanto podéis escoger las que más os encajen. Personalmente os recomiendo que no sean demasiado amargas.
Preparad también la verdura.
En una cazuela ponéis un trozo de manteca y un buen chorro de aceite de oliva.
Una cantidad generosa para poder dorar la carne. Posteriormente habrá que retirar el exceso.
Salad y pimentad la carne y ponedla a dorar.
Y rayar los tomates.
Cuando la carne esté dorada, retirad el exceso de grasa e incorporad la cebolla.
Dejad que se haga todo unos minutos.
Cuando la cebolla esté cocida, añadid el tomate y dejadlo hacer unos 10 minutos. Poned un poco de sal.
Removedlo de vez en cuando.
Una vez cocido el tomate, incorporad la copa de vino a la cazuela. La receta nos propone vino blanco, aunque yo he utilizado rosado. No hay problema, pero conviene no utilizar vino tinto en este caso. Dejad evaporar el alcohol 10 minutitos más a fuego medio-bajo.
Seguidamente, cubridlo de agua.
Echad sal.
Y que se haga a fuego medio-bajo durante unos 30 minutos mínimo, hasta que la carne esté cocida.
Mientras tanto, aprovechad para pelar las patatas y partirlas.
Cuando la carne sea blanda, ya podéis incorporar las patatas.
Lo removéis y lo dejáis cocer unos 20 minutos más.
Vais controlando la cocción de la patata y rectificáis de sal si hace falta.
Finalmente, incorporad las olivas al guiso.
Lo removéis de nuevo y lo dejáis hacer 5 minutitos más antes de parar el fuego.
Como todos los guisos, conviene un tiempo de reposo. Cuando esté todo cocido apagad el fuego y lo dejáis a temperatura ambiente un buen rato, un par horas por ejemplo.
De hecho, una vez frío lo podéis reservar en la nevera y el día siguiente estará mejor. Notaréis que los sabores están mejor repartidos y la salsa mejor ligada incluso. Sólo quedará calentarlo y servirlo.
¡Servid bien caliente en la mesa y a disfrutar!
¡Buen provecho!