Cuando se acaba el verano y llega el otoño y, de forma repentina, se presenta una ola de frío inesperada, me coge la manía de los guisos. De sopetón, nos entran unas ganas locas. Como pasa con la mantita y las pelis en el sofá, o como el aroma a chimenea, ¿a que sí? Son aquellos pequeños detalles que nos trasladan definitivamente de estación y que (normalmente) nos gustan mucho.
Con este sentimiento, hoy os presento una receta clásica, que no cuesta mucho de hacer y que os permitirá mojar pan a los que os gusta. En esta ocasión, yo he acompañado la carne de un arroz basmati, que también le va muy bien. ¡Vamos!
800-1000 g de carne de ternera para estofar
2 cebollas picadas
2-3 zanahorias picadas
3 dientes de ajo laminados
2 hojas de laurel
2 tomates maduros
aceite de oliva
agua o caldo de carne
sal
pimienta negra
1 copa de vino tinto
1 cucharada de comino
Variantes:
Podéis añadir otras verduras
Se puede añadir una tableta de chocolate
Se puede hacer sin comino y añadiendo otras hierbas aromáticas (romero, tomillo, etc)
Preparad toda la verdura e ingredientes. La carne, que la compro en el mercado municipal, ya la pido especial para estofar. En la carnicería ya saben cuál es la mejor parte y como cortarla.
Antes que nada, tiráis un generoso chorro de aceite de oliva en una cazuela y dorad los ajos.
Seguidamente, echad la ternera. La saláis y pimentáis. La idea es marcar la carne.
Poned también el laurel. Dejad que la carne se tueste a fuego fuerte un poco.
Mientras tanto, aprovechad para cortar la cebolla y las zanahorias. También para rayar el tomate.
Dadle la vuelta a la carne, que quede marcada por todas partes.
Y la retiráis, todavía bien cruda por dentro.
En este mismo aceite, echáis la cebolla y la zanahoria con un punto de sal.
Cuándo la cebolla esté bien transparente y la zanahoria esté cocida...
... ya podréis añadir el tomate.
Poned una cucharada de comino. Y dejadlo 10 minutos, que se sofría bien.
Seguidamente, ya podéis incorporar la carne de nuevo.
Vertéis el vino tinto en la cazuela y esperáis 10-12 minutos a que se evapore el alcohol.
Entonces, cubrid con agua o caldo de carne. La cantidad es relativa. Tenéis que cubrir generosamente la carne, pero no os paséis o la salsa no acabará de ligar. Una vez cubierta la carne, poned un dedo más y lo bastante. Si hace falta, podéis añadir más (siempre hirviendo).
Rectificad de sal y dejad cocer la carne a fuego medio-bajo durante unos 45 minutos. Vigilad que no falte líquido. Cuando la carne esté cocida ya podéis apagar el fuego. Si necesitáis una pizca más de tiempo adelante. Ahora, como pasa con todos los guisos, os recomiendo dejar reposar el plato. Mejor hacerlo el día anterior, pero un par de horas de reposo le van muy bien.
Por fin, llega el momento de probarlo. Calentad de nuevo la carne.
Como os comentaba en la introducción, hoy lo he servido con arroz largo.
¡Os puedo asegurar que han disfrutado todos en la mesa, en especial los más pequeños de la casa!
¡Buen provecho!