A veces, nos sentimos inesperadamente bien cuando hacemos una receta que te arregla una cena en 20 minutos y, además, consigues un resultado espectacular. Son aquellos momentos que piensas: "esto es efectividad". Y la receta de hoy es una de estas. No hace falta decir que previamente tendréis que preparar las alubias negras o frijoles y poner el pollo en adobo, pero una vez hecho eso, el resto se hace rápidamente y si tenéis niños en casa es la oportunidad de hacerlos pisar la cocina para alguna cosa más que abrir la nevera y coger chocolate.
Como ya sabéis, este tipo de preparaciones permiten muchas variantes. Por lo tanto, os recomiendo que la adaptáis a vuestro gusto y añadís o retiráis lo que creáis oportuno.
8 "fajitas" de trigo o maíz
salsa de tomate mexicana picante
2 pechos de pollo cortados en tiras
frijoles cocidos
cebolla tierna
lechuga
Para hacer el adobo del pollo:
medio vaso de aceite de oliva
1 cucharada de pimentón picante
1 cucharada de comino
1 cucharada de jengibre en polvo
1 cucharada de pimienta negra
1/3 cucharada de canela
2 cucharadas de sal
Variantes:
- Podéis hacerlos sin picante u otros tipos de picante
- Se pueden añadir tiras de pimiento verde y rojo o hacer el clásico "pico de gallo"
- Podéis poner "guacamole" dentro de la "fajita"
- Podéis variar las especias ("chipotle", hierbas aromáticas, etc...)
Como os comento en la introducción, el día antes tendréis que preparar los frijoles. Y el día antes de hacerlos, ponerlas en remojo. Antes, pero lavadlos bien para eliminar restos de tierra.
Le tiráis hierbas, un hueso de jamón y un poco de comino y lo dorais.
Le tiráis las alubias escurridas y las cubrís con agua. Se tienen que cocer aproximadamente dos horas a fuego medio-bajo.
Una vez hechos y fríos los frijoes, los reserváis en la nevera.
Ahora tenéis que preparar el adobo, que yo recomiendo hacerlo el día antes de consumir las "fajitas". Poned un buen chorro de aceite de oliva en un cuenco.
Una cucharada de pimienta negra.
Una cucharada de jengibre en polvo.
Una cucharada (o al gusto) de pimentón picante.
Y una cucharada de comino.
Por último 1/3 de cucharada de canela en polvo.
Y lo removéis bien.
Os tiene que quedar un aceite bien integrado como este.
El pollo por "fajitas" lo tenéis que cortar en tiras. Si vais al mercado le podéis pedir en la parada que os lo preparen para hacer "fajitas".
Lo ponéis dentro del cuenco y lo mezcláis bien con el adobo.
A continuación, tapad el cuenco con un poco de papel filme y reservadlo en la nevera un mínimo de cuatro horas. Mejor si lo hacéis la noche anterior.
Al día siguiente, ya sólo quedará hacer el pollo y preparar la guarnición. Cortad en tiras una cebolla dulce.
Y haced lo mismo con un poco de lechuga. Lo colocáis todo en cuencos por separado y para servir en la mesa. Cada uno se hará su fajita al gusto.
Respecto del pan de "fajita", lo podéis hacer en casa o comprar estas "tortitas" mexicanas que encontraréis en el supermercado. Calentadlas un minuto en el microondas con una pizca de agua antes de servir.
Con la sartén bien caliente, saltead el pollo adobado.
El fuego bien fuerte, que os quede el pollo dorado por fuera y meloso por dentro, sin que quede seco.
Y lo servís todo en la mesa. Para hacer la "fajita" poned primero un poco de frijoles.
Por encima, un poco de lechuga y cebolla dulce.
Si os gusta, podéis poner un poco de salsa de tomate mexicana picante, que hará que el conjunto sea más interesante en boca.
Y finalmente, repartid una tira de pollo.
¡Lo enrolláis y ya tenéis vuestras "fajitas"!
¡Buen provecho!