Me encanta el falafel. Es el plato más popular de Oriente Próximo, incluido los países no árabes. El falafel es omnipresente y se vende por todos los rincones del mundo. Su aroma es tan especial que impregna el ambiente de todo espacio árabe-musulmán. Como alguno diría... vendría a ser como las patatas fritas del mundo occidental. Son el acompañamiento perfecto para todo tipo de platos. Se comen por desayunar, cenar, comer... a todas horas, vaya.
Por cierto, si los queréis hacer, recordad que el día antes tendréis que poner en remojo los garbanzos secos.
1/2kg. garbanzos secos
2-3 dientes de ajo
2 cebollas medias bien picaditas
perejil y cilantro al gusto
zumo de medio limón
2 cucharaditas de sal
2 cucharaditas de pimentón picante
2 cucharaditas de bicarbonato
2 cucharaditas de pimienta negra
2 cucharaditas de comino molido
2 cucharaditas de Ras El Hanout
3 cucharaditas de levadura en polvo
2 cucharaditas de aceite de oliva
aceite de girasol para freír
Variantes:
Podéis hacer mitad garbanzos mitad fabas secas (especiales)
Podéis incorporar dos cucharadas grandes de harina, sobre todo se os desharán las croquetas al freírlas
Podéis añadir dos cucharaditas de canela en polvo
El día antes, pondremos los garbanzos en remojo... en abundante agua.
Le añadiremos un par de cucharaditas de bicarbonato.
Para esta receta nos harán falta perejil y cilantro. Yo lo compro en tiendecitas árabes de estas de barrio.
Como podéis observar, la hoja de perejil (a la izquierda) es bien diferente de la del cilantro (a la derecha). Los aromas también son ligeramente diferentes y muy aromáticos los dos.
También utilizaremos una mezcla de especias denominada Ras El Hanout, pero si no la encontráis con el comino es suficiente.
De momento, picamos la cantidad de perejil que nos guste (yo he puesto todo lo que se ve en la foto)...
... y lo ponemos en un cuenco para triturar con el turmix. Haremos lo mismo con el cilantro.
Tiraremos el zumo del medio limón.
Incorporamos los garbanzos. Si,si, los garbanzos no se tienen que cocer, se trituran directamente.
No os tiene que quedar una pasta. Simplemente tienen que quedar triturados en trocitos bien pequeños.
Ahora iremos añadiendo las especias... como el pimentón picante..
... un par de cucharadas...
... el comino... tan aromático...
... un par de cucharadas también...
... la pimienta negra...
... el Ras el Hanout...
... la cebolla bien picadita y el ajo... no nos olvidemos..
... y el tahín... o pasta de sésamo...
... ummm... qué olores....
Ahora echaremos también dos cucharaditas de bicarbonato y/o levadura en polvo. Eso hará que nuestros falafels queden más esponjosos al freírlos.
Lo mezclamos todo bien... y os tiene que quedar una textura similar.
Eps, añadimos la sal al gusto también y lo dejamos reposar 20 minutitos en la nevera.
Ahora es cuestión de hacer redonditas y chafarlas para darle la forma típica del falafel. Si tenéis un poco de maña os saldrán más o menos bien. También venden moldes especiales para hacerlos todos iguales, pero yo no lo veo necesario, vaya. Si os ha quedado una pasta no demasiado practicable y se os deshacen una pizca al freírlos... podéis incorporar un par de cucharadas de harina y ligarlo de nuevo.
Preparad una sartén con abundante aceite de girasol y freíd los falafel.
Al principio que esté el fuego bien fuerte, pero seguidamente rebajad un poco el fuego... ya que queremos que se cuezan bien por dentro. Recordad que el garbanzo está crudo... y se tiene que hacer un poco.
Ya parece que está.
Como con todas las frituras... los iremos reservando sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Y ya los tenemos.
¿A ver?... ¡ñam ñam!... ummmm... ¡qué bueno!
Los podéis presentar con una salsa yogur.
Excepto la fritura, es un producto totalmente vegetal apto para todos los vegetarianos.
Si hacéis, aprovecháis para congelar unos cuantos. Así siempre los tendréis listos para freír sólo.
Yo hago capas y los separo con papel de aluminio. Así voy quitando capas. ¡Buen Provecho!