La receta de hoy es bien sencilla de hacer, requiere de poco tiempo en la cocina y siempre acabas obteniendo un gran resultado. Como veréis, yo he preferido utilizar leche evaporada que tiene menos grasa que la nata líquida u otras cremas de leche. Como siempre digo, la cocina tradicional no está exenta de evolucionar desde un punto de vista nutritivo.
Esta "carne blanca" se puede acompañar con arroz hervido, patatas fritas o una ensalada. Espero que os guste tanto como a mí.
Filetes de 1,5 - 2 cm de grosor
500 g de champiñones frescos laminados
300 ml de crema de leche o leche evaporada
1 o 2 dientes de ajo laminados
aceite de oliva
pimienta negra
sal
Variantes:
- Podéis hacer el mismo plato con otros tipos de carne y setas
- Se puede sofreír una cebolla junto con los champiñones
- Se puede hacer con cerdo ibérico
Preparamos todos los ingredientes.
Como os comentaba, es interesante que el filete de cerdo esté cortado un poco grueso, o quedará seco.
Lavamos los champiñones.
Y los cortamos en láminas. Los reservamos.
Cortamos también en láminas un par de dientes de ajo.
Ponemos la cazuela o la sartén a calentar y mientras tanto salamos la carne por los dos lados.
Lo pimentamos también.
Echaremos la mitad del ajo en la cazuela, para aromatizar el aceite.
Seguidamente, iremos colocando los trozos de carne.
Lo dejaremos dorar un poco.
En cuanto coja un poco de color, le daremos la vuelta. Tenéis que procurar que quede la carne cruda de dentro.
Y lo reservamos.
En el mismo aceite (echad más si hace falta), doramos el resto de los ajos.
Los salaremos un poco.
Removedlos bien, que vayan cogiendo color, a fuego medio.
Que olorcito, ¿eh?
Pimentadlos un poco, si queréis.
Cuando el champiñón esté blando y haya soltado toda el agua, verteremos la crema de leche.
En este caso, he puesto leche evaporada.
Bien removido, rectificamos de sal...
y que hierva un rato.
Lo dejaremos reducir durante unos 20 minutos a fuego lento.
Pasado este tiempo, incorporaremos a la cazuela los filetes de cerdo.
Picad un poco de perejil fresco.
Añadidlo.
Con la ayuda de un trapo para no quemaros, sacudid la cazuela un poco. Y dejadlo hacer 5 minutos más.
Ya lo tenemos esto.
Dejad reposar el plato unos minutos antes de servir.
¡Y disfrutar, que son dos días!
Acompañad el plato de unas rebanadas de chapata y un buen vino tinto.
¡Buen provecho!