Esta receta es todo un llamamiento en defensa de las galeras. Las galeras son extraordinarias y muy sabrosas. Se encuentra regularmente en los mercados. La galera en los Países Catalanes se suele consumir fresco, y su temporada es en febrero. Aporta un sabor importante a los arroces y guisos de pescado. Cuando la hembra tiene huevos, su consumo a la plancha es "extraordinario". Los que les gusta chupar los crustáceos lo tienen que hacer en el sentido que va de la cabeza hacia la cola, para no pincharse con las múltiples pequeñas espinas que cubren el caparazón fino de la galera.

Pero con la galera pasa alguna cosa rara. No sé por qué tienen esta pobre acogida entre la gente... que parece que solo se pueden tirar dentro de la olla para hacer caldo, pero yo las considero un auténtico "manjar". Estan a la altura de unas buenas cigalas o de unas gambas rojas. Si encontráis galeras bien frescas y vivas, no dudéis al hacerlas a la plancha, sin nada más que una pizca de sal y unas gotitas de aceite de oliva. Además, son muy baratas. Son un buen entrante para cualquier menú. Ningún misterio de receta.

Ingredientes

6-8 galeras frescas

aceite de oliva

sal (gruesa o normal)

Preparación
1.

Lavad bien las galeras.

2.

Si están vivas, id con cuidado.

3.

Ahora, en una sartén bien caliente con un chorro de aceite (poco), las haremos a la plancha.

4.

Podéis tirar un chorro de aceite por encima también.

5.

Y las saláis al gusto ahora... o una vez hechas con sal gruesa.

6.

¡Qué olorcito!

7.

Excelente.

8.

Realmente, es un producto muy bueno... pero poco apreciado.

9.

Este doradito de la piel coge un sabor único.

10.

A riesgo de pincharme, a mí me gusta morderlas enteras y lamer el contenido... con piel y todo... es como mejor saben, pero las podéis pelar con facilidad también.

11.

¡Buen Provecho!