Sofrito, garbanzos, langostinos y almejas. Y poco más. Con estos ingredientes podéis elaborar un plato de fiesta extraordinario. No necesitáis ni fumet. Os puedo garantizar que os encantará. La recomendación de siempre, eso si: producto fresco. Tanto los langostinos como las almejas tienen que ser de buena calidad.
Conviene comer legumbre, y hacer comer legumbre a nuestros hijos, ya que hablamos de proteina vegetal de calidad, fibra, vitaminas, antioxidantes, poca grasa, libres de gluten, y como no, un producto muy económico y fácil de encontrar. Vaya, que las legumbres son un superalimento. ¡Aprovechadlo! ¡Venga!
800 g garbanzos cocidos
16-18 langostinos frescos
16-18 almejas frescas
medio puerro
una cebolla picada
1/2 pimiento verde picado
4 o 5 dientes de ajo
agua
aceite de oliva
una cucharada de pimentón
2 tomates maduros rayados
aceite de oliva
sal
Variantes:
Podéis hacer el mismo guiso con gambas
Preparad la verdura para hacer el sofrito.
Los garbanzos los podéis cocer vosotros o comprarlos ya cocidos.
Lavad las almejas. Que sean bonitas.
Poned las almejas en agua y sal durante media hora, para purgar la arena que puedan tener. Las podéis tener fuera de la nevera este tiempo.
Lavad los langostinos.
Pelad los langostinos.
Las pieles y las cabezas las reserváis en una olla.
A esta olla, añadid tres o cuatro dientes de ajo cortados por la mitad, con piel y todo.
¡Para dentro!
Un chorro de aceite y una pizca de sal.
Dorad las pieles y cabezas de langostino hasta que cambien de color.
A continuación, añadid el agua. Aproximadamente un litro y medio, y lo saláis ligeramente.
Dejadlo hervir durante unos 20 minutos, y después apagad el fuego.
Ahora, preparad el sofrito. Limpiad y picad el puerro.
Haced lo mismo con el pimiento, la cebolla y un par de dientes de ajo cortados en láminas.
Rayad los tomates.
Tirad una cucharada de pimentón dentro del tomate.
A continuación, añadid el puerro, el pimiento y la cebolla.
Dejadlo sofreír hasta que esté bien dorado.
En este punto, ya podéis añadir el tomate.
Ahora, y por estética básicamente, pasáis el sofrito en un recipiente para triturar.
Con la batidora, dejadlo bien fino.
Devolved esta pasta en la cazuela.
Colad el caldo de los langostinos dentro de la cazuela.
Aprovechad el caldo para limpiar bien el sofrito triturado.
Y ahora, que este caldo con el sofrito arranque el hervor.
En este punto, ya podéis tirar los garbanzos y dejarlo reducir todo unos 20 minutos.
El caldo tiene que cubrir ligeramente los garbanzos. Si, una vez reducido, notáis que todavía hay demasiado caldo, retirad un poco.
Evidentemente, no descartéis este caldo. Reservadlo para elaborar otros platos.
A continuación, lavad las almejas de nuevo y añadidlas dentro de la cazuela.
Añadid al mismo tiempo los langostinos pelados.
Rectificad de sal y dejadlo hacer 5 minutos más, o hasta que las almejas estén abiertas.
Ya tiene otra pinta, ¿verdad?
Como todos los guisos, convendría dejarlo reposar un rato, una hora o dos.
Calentadlo un poco y ya lo podéis servir.
¡Buenísimo!
¡Buen provecho!