Un plato tradicional. Un postre muy típico en nuestra casa y bastante bueno, aunque se tiene que ir con cuidado con los menores de la casa..., ya que al fin y al cabo... el zumito es vino. Tiene que reposar al menos 48 horas para poder degustar esta receta tan sencilla de hacer. Pero mejor si reposa 3 o 4 días.
No hay ni que decir que es un plato de temporada y cuanto más madura esté la granada mejor. Vamos.
2 granadas dulces
1/2 litro de vino tinto
150 g de azúcar
Vamos a sacar los granos de la granada.
¿Ya sabéis abrir una granada? Es muy fácil. Haced un corte en torno a toda la granada de un centímetro de profundidad. Vaya, que no la tenéis que cortar por la mitad, solo tenéis que cortar la piel.
Ahora, con las dos manos, haced una ligera presión para abrir la granada.
Perfecto.
Tsch, y no perdáis el tiempo sacando granito a granito. Con la ayuda del mango del cuchillo, golpead con contundencia todas las partes de la granada.
Con 8 o 10 golpes tendréis la granada a punto. Sin perder el tiempo ni la paciencia.
Procurad encontrar una granada bien madura. Vigilad que no quede ninguna piel amarilla.
Colocamos los granos de granada en un bol... y añadimos vino tinto hasta cubrirlas. Os recomiendo utilizar un vino barato, porque los vinos demasiado fuertes le comen terreno al sabor de la granada y sería malgastarlo también.
Seguidamente, incorporamos el azúcar.
Sin miedo.
Lo removemos bien para disolver el azúcar...
... y ahora si, las tapamos y las dejamos reposar en la nevera un mínimo de dos días.
Es interesante removerlas cada 12 horas, para fundir bien el azúcar.
Y a disfrutar de una receta bien fresca y dulce.
¡Buen provecho!