También conocidas como Habas a la gitana. Como veréis, podéis hacerlas a la brasa directamente. De aquellas cosas tontas, pero bien buenas. Anteriormente, ya hemos visto como preparar la salsa de romesco, por lo tanto, os recomiendo visitar esta receta previamente.
Habas frescas con vaina
Salsa romesco (no demasiado espesa)
Variantes:
- Se puede añadir pimentón picante
Preparad las habas con vaina
La medida del haba no importa mucho en esta receta, pero yo os aconsejo una medida mediana.
Podéis cortar las puntas, si os apetece, para facilitar después la extracción de las habas cocidas, aunque no es imprescindible este paso.
Si están sucias o tienen tierra le podéis pasar un agua. Pero tampoco hace falta.
Antiguamente, se pinchaban las habas en un alambre para ponerlas al calor.
No hace falta que lo hagáis si utilizáis una parrilla como haré yo, pero os muestro cómo se haría con el alambre.
Tiene que atravesar toda la vaina de punta a punta.
De esta manera se podía clavar entre las brasas.
Como os comentaba, nos hará falta un buen rescoldo para hacerlas.
No hay que decir que las tenéis que poner en el sentido inverso de la estructura de la parrilla, para evitar que caigan.
Además, si utilizáis una parrilla de doble cara, las podréis girar con más facilidad.
Vigiladlas bien, que se hacen en 3-5 minutos por cada lado. No les hace más falta.
Y bien calientes es cuando se tienen que consumir.
Lo que os decía: esta salsa romesco es bastante recomendable.
Lamentablemente, no siempre tenemos el tiempo necesario para hacer esta laboriosa salsa.
Servidlas con un poco de salsa en el plato.
Desgranad las habas en caliente y mojadlas a la salsa. Sólo tenéis que hacer una ligera presión y las habas saldrán solas. Además, hace mucha gracia hacerlo, es divertido.
¡Seguidamente, mojadlas a la salsa y para dentro!
¡Muy buenas! ¡Buen provecho!