Hace poco os mostraba como cocinar unas Angulas de montaña al ajillo con los pies de los camagrocs o trompetas amarillas reservando los sombreros. Pues con aquellos sombreros hice unos huevos revueltos. No hay que decir que podéis cocinar este plato con el camagroc entero o con cualquier otra seta, como hicimos recientemente con los Huevos revueltos con negrillas.
300gr. camagrocs frescos (trompetas amarillas)
3 dientes de ajo laminados
2 huevos
aceite de oliva
sal
Variantes:
- Podéis añadir un poco de guindilla picante
Preparamos y limpiamos las setas. Yo retiro la parte baja de la seta, la más oscura y sucia de arena.
Batimos un par de huevos. Podéis poner tres si queréis.
Cortamos el ajo en láminas...
... y lo doramos en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva.
Un truco para dorar bien el ajo es inclinar la sartén y hacer que el ajo quede sumergido por el aceite. Así os quedará bien crujiente y cocido de forma más homogénea. Lo reservamos.
En el mismo aceite, vertemos las setas....
... que salaremos un poco.
Ahora tenemos que esperar a que se marche toda el agua que contienen.
Cuando empiecen a chisporrotear...
... vertemos el huevo batido.
En cuanto se despegue de la base, ya podéis apagar el fuego.
Ya lo tenemos, no hay que hacerlo más. Podéis removerlo fuera del fuego. El huevo tiene que quedar ligeramente crudo.
Y ya lo podemos emplatar decorándotelo con el ajo crujiente y con un par de tostaditas.
Servidlo bien caliente en la mesa.
Un buen vinito negro... le va de perlas.
¡Buen provecho!