Huevos revueltos con negrillas

He encontrado unas negrillas frescas en el mercado hoy.

Como podéis ver, la negrilla tiene un sombrero a menudo irregular, con el centro que sobresale y la cutícula seca con diferentes tonalidades de color gris, como de terciopelo. Suele tener fibras y escamas negruzcas, en especial en la parte central. Las láminas son de un blanco sucio o grises y están espaciadas. El pie es cilíndrico y fibroso. El pie es delgado y fibroso y se rompe con nada; la carne, muy escasa y frágil, apenas huele.

Empezamos por calentar una sartén con un chorro de aceite donde doraremos ajo laminado.

Cuando el ajo esté dorado, verteremos las setas.

Dejadlos hacer a fuego medio-fuerte.

Veréis cómo poco a poco irán soltando toda el agua que contienen, que se tiene que evaporar casi toda.

Mientras, podéis batir los huevos.

Como el que hace una tortilla, vaya.

Cuando las setas ya casi no tengan agua...

... las verteremos dentro de los huevos batidos.

Lo mezclaremos todo junto y salaremos el conjunto.

Seguidamente, y sobre la misma sartén con un nuevo chorro de aceite, verteremos toda la mezcla.

Con una cuchara o tenedor removed constantemente todo el conjunto. La idea es evitar que se cuaje como una tortilla francesa, ya que buscamos un removido.

Cuando notéis que empieza a cuajar pero todavía se vislumbra una falta de cocción del huevo... pararemos el fuego y emplataremos. A mí me gusta que quede un poco jugoso.

En esta ocasión he querido acompañar el plato de unas rebanadas de pan de chapata tostado.

Y ya lo podéis probar.

Acompañad el platillo de una buena copa de vino negro... de una cerveza bien fría, va.

¡Buen provecho!