¡Cómo me gusta el hummus!... ¿Lo habéis probado alguna vez? Hoy os explicaré cómo hago el tradicional hummus... aquel delicioso puré de garbanzos que podéis degustar en cualquier cocina libanesa, jordana, turca, marroquí o árabe en general. Es muy sencilla de hacer... y os recomiendo que la intentéis hacer al menos una vez. El hummus lo podéis utilizar como guarnición de otro plato o en plan tapa, acompañado de unos "picos"... o simplemente, haced unos "pinchitos" de cerdo (o de cordero) para cenar y los acompañáis con pan de pita y hummus. El único ingrediente un poco especial que necesitaréis para hacer el hummus es el "tahín".
400 g garbanzos cocidos
3 cucharadas de "tahín"
2 dientes de ajo pequeños o 1 grande
El zumo de medio limón grande (o de una entera pequeña)
60 m de aceite de oliva virgen
un poco de perejil o cilantro
pimentón (picante o dulce)
un pulso de comino
un pulso de pimienta negra
sal
Poned los garbanzos en remojo la noche antes, con una cucharadita de bicarbonato.
Pero últimamente, se está diciendo que es mejor no utilizar bicarbonato por qué alcaliza el agua y destruye la vitamina B.
Total, que hagáis lo que queráis. Pero poned los garbanzos en remojo un día antes.
Hasta arriba de todo, ¿eh?... mejor que sobre que no que falte agua.
Al día siguiente, veréis que han crecido el doble de su tamaño original.
Aquí podéis aprovechar la misma agua o no. También hay controversia. Hay gente que dice que es mejor regenerar el agua y limpiarlos bien. Yo, de momento, continuaré con la tradición familiar. Si hace falta, tenéis que añadir más agua, por qué quizás no es suficiente.
Y los ponemos a hervir. Ya sabéis que en una olla exprés los podéis tener cocidos en 20-25 minutos. Por el contrario, necesitaréis entre una y dos horas si lo hacéis de la forma tradicional.
Eso sí, tapadlos y se harán un poco más rápido. Iremos probando un garbanzo hasta que consideramos que ya están hechos. Entonces, les coláis y les reserváis, ¡ah!... y guardad un poco de caldo para después.
Si no los podemos cocer por falta de tiempo... siempre podemos utilizar un bote de garbanzos ya cocidos. Es el momento de acabar el plato. Ahora viene lo más fácil. Por cierto, guardad tres o cuatro garbanzos enteros para decorar el plato al final.
Necesitaremos el zumo de medio limón.
Las tres o cuatro cucharadas generosas de "tahín".
Lo podéis probar directamente, está muy bueno el "tahín".
A mí me recuerda un poco en la crema de cacahuete que tanto gusta en los Estados Unidos... pero esta de sésamo está mucho mejor.
Ponemos un par de ajos, más bien pequeños. Si no, con uno ya hacemos.
Un poco de pimentón dulce.
Un poco de pimienta negra... y comino no le pondré porque no tengo.
Un poco de sal y perejil.
Lo pondremos todo en un contenedor para triturarlo bien... con un buen chorrito de aceite de oliva.
Lo mejor es una trituradora de carne o similar. Yo he utilizado el túrmix de toda la vida, pero cuesta un poco de esta manera. Tenéis que tener paciencia... poco a poco. Veréis que cuesta un poco de triturar al principio.
Es cuestión de ir añadiendo cucharaditas del caldo de hervir los garbanzos. Tiene que quedar una pasta bien consistente, pero que se pueda extender con facilidad al plato.
Qué plasta, ¿eh?... pero está buenísimo.
Tenéis que extender una capa de hummus y encima decorar, unos garbanzos, pimentón dulce o picante y un buen chorro de aceite de oliva.
A mí me gusta utilizar un plato bien plano... y llegar hasta los bordes.
El chorro de aceite, bien generoso.
El pimiento rojo, dulce en este caso... pero podéis poner picante.
Y ya se puede servir... ¡Excelente y fácil de hacer!
Lo podéis acompañar con unos bastoncillos de pan, pan de pita o verdura fresca cortada muy pequeña (cebolla, tomate, pimiento, etc...).
Y encima es un plato bonito... tiene buena presentación... y entra bien por los ojos.
Con estas fotos de primer plano... te entran unas ganas de probarlo... ¿Verdad?