A mí, particularmente, me gustan más sin cocer, dejándolos macerar en vino tinto y negro, pero esta versión es más que interesante, sobre todo si los acompañáis con un poco de nata. La textura cocida del melocotón se acerca más a la manzana que hacemos para el pastel Tatín, ¿me entendéis verdad?
En cualquier caso, la mejor manera de averiguar qué variante os gusta más es probándolas las dos. Por cierto, el melocotón de viña, como sabéis, es de temporada. Aprovechadlos cuando están bien buenos (en pleno verano). 

Si tenéis muchos melocotones en casa, esta es una buena manera de consumirlos también. ¡A disfrutar pues!

 

Ingredientes

4 melocotones de viña

50 g de azúcar

1 l de vino dulce

1 piel de limón

1 clavo de especia

1/2 rama de canela

macis

Variantes:

Se pueden añadir nueces crudas a la cocción

También se puede hacer con vino tinto, vino blanco o cava en compotas de vino dulce

Se pueden dejar macerar los melocotones en el vino, sin cocerlos.

Preparación
1.

Es importante utilizar unos buenos melocotones de viña. Los melocotones de viña tienen la carne de color amarillo y firme. Son los que se utilizan, por ejemplo, para hacer conservas. Se cultivan, entre otros lugares, en Lleida y en Aragón. El olor es muy característico.

2.

Preparad también las especias aromáticas.

3.

Ahora, pelad los melocotones.

4.

Poned el azúcar en un cazo.

5.

Poned también la peladura de un limón, la rama de canela y el clavo.

6.

Ahora, poned el macis o una pizca de nuez moscada, al gusto.

7.

A continuación, el litro de vino dulce.

8.

Ponedlo a calentar a fuego medio-bajo.

9.

Y seguidamente añadid el melocotón.

10.

Dejadlo hervir durante unos 25-30 minutos. Notaréis que toda la casa tiene un aroma muy especial.

11.

También notaréis que se oscurece un poco todo junto. Pasado el tiempo, comprobad que el melocotón está cocido (blando) clavando una varilla o la punta de un cuchillo. Si está blando, ya está.

12.

Apagad el fuego y dejadlo enfriar. Una vez frío ya se puede consumir, aunque yo os recomiendo guardarlo en la nevera hasta el día siguiente. Conservadlo en su propio jugo.

13.

Servidlo frío. Y como no, que no falte una pizca del jarabe de la cocción.

14.

Se puede acompañar con un poco de nata si queréis. ¡Buenísimo!

15.

¡Buen provecho!