La de hoy, es una elaboración muy sencilla de hacer y, al mismo tiempo, muy "resultona". Es importante contar con un buen melón, como también lo será encontrarle el punto a la granadina y al alcohol. Yo os haré una propuesta, aunque os recomiendo que adaptéis las proporciones a vuestro gusto personal. Conviene recalcar la importancia de no pasarse con la granadina, ya que puede llegar a proporcionar un sabor demasiado sintético al plato. Pero una vez encontrado, disfrutaréis de un fresco y curioso postre que obligará a todos los presentes a meter el dedo, ni que sea por curiosidad. Pensad, sobre todo los más perezosos, que esta es una forma fácil y atractiva de comer melón, ya pelado y preparado, y con un toque original de sabor y color. Como no cuesta nada de hacer, probadla y hablamos, ¿no?
40-50 trozos de melón maduro de buena calidad
1/2 vaso de sorbo de licor de granadina sin alcohol
1/2 vaso de sorbo de vodka
Variantes:
Podéis obviar el vodka si tienen que comer los niños
También se puede hacer con whisky o ron
Se puede hacer con licor de grosella
Se pueden añadir otras frutas como melocotón, pera, manzana, plátano, etc...
Preparamos los tres ingredientes necesarios para hacer esta receta.
La granadina la encontraréis en cualquier bodega. Hay con alcohol y sin.
Y vodka.
El melón, de buena calidad, tendrá que estar en su punto: que sea bien dulce.
¡Tiene muy buena pinta!
Para dar una presentación más bonita al plato yo he utilizado este utensilio para hacer bolas.
Podéis utilizar una cuchara, como estas muestras utilizadas para hacer cocina molecular.
Y sin más, empezaremos a hacer bolas.
Giráis completamente el utensilio antes de estirar y os quedarán bastante bien las bolitas de melón.
Yo os recomiendo retirar todas las semillas del medio...
... Así...
Y hacer bolas de la parte central, que todavía es más dulce.
Aprovechad el zumo de melón y regad las bolas.
Lo reservamos.
Ahora pondremos el vodka.
Podéis poner más o menos o, incluso, no poner.
Rociamos el melón con el vodka.
Seguidamente, pondremos la granadina.
Muy importante no pasarse. Poned menos y lo probáis. Pensad que un exceso de granadina hará el plato incomible. De la misma manera, una pequeña cantidad lo convertirá en una delicia.
Para dentro.
Removed el zumo de melón con el vodka y la granadina.
Aseguraos de que todas las bolas quedan impregnadas. Utilizad un recipiente plano. De esta manera garantizaremos que todos los trozos de melón entran en contacto con el zumo. No conviene utilizar recipientes con profundidad.
Lo tapamos...
... Y a la nevera.
Se tiene que servir muy frío. Si conviene, hacedlo el día antes.
Y ya podemos servirlo en la mesa.
La presentación en bolas lo hace todavía más atractivo a la vista.
Un postre que seguro gustará a vuestros invitados.
¡Buen provecho!