En otras ocasiones hemos visto como hacer pizza y, en particular, masa de pizza. Si queréis dar una sorpresa a los pequeños (y a grandes) de la casa, os recomiendo estas pizzitas hechas exclusivamente con productos naturales. Como siempre, lo que os dará más trabajo es hacer la masa (y no tanto), pero si hacéis una buena cantidad de masa, y una vez dada la forma, las podéis congelar e ir sacando de vez en cuando, y tendréis una cena simpática en muy poco tiempo. Son tan monas y entran tan bien que las podéis hacer para picar a media mañana, a media tarde, para merendar, para comer, para cenar e incluso para desayunar. Por cierto, que la mozzarella fresca sea de búfala no es imprescindible, pero sí bastante recomendable.
masa de pizza (fórmula de 250gr. de harina)
mozzarella de búfala fresca
1 tomate maduro
150gr. champiñones frescos
150gr. jamón ibérico
aceite picante
orégano
Primero haremos la masa de pizza. Os recomiendo leer previamente la receta "masa para pizza".
Mientras reposa un poco la masa, iremos preparando el resto de ingredientes.
Cortaremos un tomate maduro en rodajas.
Saltearemos los champiñones con una pizca de sal y de aceite.
Preparamos la mozzarella...
... al ser fresco, veréis que tiene una cantidad importante de "suero" o juguito.
Cortadla en rebanadas también.
Ahora, haremos bolitas de unos 20-25gr. aprox. con la masa de la pizza.
Os tenéis que armar de paciencia, eso si. Una vez hechas las bolas, las iréis allanando y dando forma redonda.
De la mesa, las pasaremos a una bandeja con papel cuisson. Si os salen muchas, las podéis congelar asimismo, o separadas con un poco de papel film.
Primero, una rebanada de tomate.
Después, un poco de jamón y el champiñón que tenemos ya salteado.
... ¿qué bonitas quedan ya, verdad?
Y finalmente... el toque imprescindible... el orégano.
Perfecto.
Ahora tiraremos un chorro de aceite picante por encima.
Si no tenéis, lo podéis preparar fácilmente. Y si no, un chorro de aceite de oliva será suficiente.
Las hornearemos a 200 grados durante unos 13-15 minutos.
El tiempo es relativo. Id mirándolas hasta que tengan el colorete idóneo.
Ya están cocidas.
Y ya las podemos servir, claro.
Aquí las tenéis.
¿A que os comeríais una ahora mismo?
Son un vicio, la verdad.
Las podéis comer con tenedor y cuchillo... o con las manos directamente.
¡Buen Provecho!