CONSIDERACIONES A LA HORA DE HACER UN MOJITO:
El vaso
Se acostumbra a servir en vaso ancho y con buena capacidad para el hielo.
El azúcar
Tiene que ser azúcar blanco, de caña, nada de azúcar moreno. No importa si es refinado o no. Sólo se recomienda el uso de azúcar moreno al utilizar ron negro tipo "Añejo". Removedlo bien antes de poner la soda, os costará menos integrarlo.
La lima
Una vez troceada se tiene que exprimir el zumo dentro del vaso. Evitad que caigan entonces. Podéis hacer uso de una cuchara o de las mismas manos. Alternativamente, se pueden utilizar limones.
La menta
La picaremos sin llegar a desmenuzarla, para evitar encontrarnos trocitos en la boca
El hielo
Muchos gritaréis: ¡el auténtico mojito se hace con hielo picado! Pues, según los cubanos no. Se hace con cubitos de hielo enteros, nada de hielo picado. En el Caribe hace mucho calor y la mejor manera de mantener la bebida fría es con trozos bien grandes de hielo. Cuanto más grande mejor. Eso del hielo picado fue un capricho de Hemningway, quien popularizó esta bebida, ciertamente, quien decía que el hielo picado actuaba como filtro de las hojas de menta. En cualquier caso, de las dos maneras está bueno, aunque yo prefiero el cubito, para no aguar demasiado el combinado.
El ron
Ron Santiago, Caney, Varadero, Havana Club, Legendario o Bacardi como última opción. Siempre ron blanco y seco, "añejo" no. El mojito tiene que contener 1/3 parte de ron.
La soda
El sifón de toda la vida, si podéis. De lo contrario, podéis comprar sodas en el supermercado, o incluso la gaseosa también os puede ir bien. Se tiene que poner el doble de la cantidad de ron. De hecho, antiguamente, los mojitos originales no llevaban. Se preparaban el día antes y. de esta manera, el ron, la menta y la lima estaban horas en maceración y el sabor del preparado era más intenso. A la hora de servirlo sólo había que añadir un poco de hielo.
La angostura
Es opcional. Potencia el sabor del mojito. Es un preparado con un 44,7% de alcohol que se utiliza en pequeñas cantidades para dar un toque amargo en cócteles como el mojito, el Manhattan o el Champagne Cocktail, así como otros refrescos y bitters. También sirve como condimento para sopas y salsas.
La pajita
Puede llegar a ser molesta y la menta puede obturarla con facilidad. Cuanto más gruesa mejor o sin.
el zumo de media lima
1 1/2 o 2 cucharadas grandes de azúcar blanco
una rama de menta fresca
2-3 cubitos grandes
1/3 parte del vaso de ron blanco cubano
2/3 partes del vaso de soda o sifón
2 o 3 gotas de Amargo de angostura
Variantes:
- la angostura es opcional
- podéis utilizar otros tipos y fabricantes de ron, siempre cubanos
- se puede hacer con menta y/o hierba buena
- si tenéis sifón, podéis compra soda o gaseosa
- si los hacéis con ron negro tipo "Añejo" utilizád azúcar moreno, que combina mejor
Empezamos.
Preparad todos los ingredientes.
Lo que haremos primero es incorporar el azúcar.
Una cucharada y media o dos de las grandes.
Exprimid bien el zumo de media lima.
Añadid una rama generosa de menta.
Para dentro.
A continuación, haced presión con la mano de mortero para extraer la esencia de la menta.
Procurad no estropear en exceso la menta. No hay que hacer añicos, sólo se tiene que apretar.
Cuanto más grandes mejor, nada de hielo picado.
Y ahora si, el ron. Podéis utilizar la marca que más os guste pero es muy importante que sea ron cubano.
Yo utilizo estos dos, siempre blancos.
Poned 1/3 parte del vaso de ron. Removed bien el azúcar antes de poner la soda. Os resultará más fácil. Una vez puesto el componente gaseoso es más difícil de disolver.
Vamos a por el sifón.
Llenamos las 2/3 partes que quedan con sifón.
Muy bien.
Opcionalmente, y para acabar, podéis añadir un poco de angostura para darle un punto amargo.
Dos o tres gotas contadas. No os pasáis sobre todo o no se podrá beber.
La angostura, al integrarse, hace unas aguas muy curiosas de ver.
¿Bonito, eh?
Finalmente, hay que remover todo el mojito.
Y ya lo tenemos.
Sólo nos hará falta decorarlo un poco y servirlo bien frío.
Refrescante y apetitoso cóctel.
Removedlo antes de cada trago. El azúcar tiene tendencia a estancarse en el fondo.
¡Y a disfrutar, que son dos días!
¡Buen provecho!