No hace demasiado, vimos como elaborar una mona de mantequilla de dos colores donde el color principal era el claro (oscura sobre clara). Bien, el de hoy es el mismo caso, pero, en esta vez, la mantequilla que predomina es la oscura en lugar de la clara. Además, esta de hoy, tiene doble relleno: mantequilla y mermelada.
La finalización, como con todas las monas de mantequilla, la he hecho con bastones de almendra tostada y una decoración bastante clásica, combinando mantequilla clara con mantequilla oscura (teñida con cobertura). Como siempre, antes de hacer esta mona tendréis que preparar el día antes los ingredientes necesarios como el azúcar baño, la mantequilla y el bizcocho. De nuevo, os vuelvo a mostrar paso a paso como hacer una mona (o un pastel), pero os aconsejo ver otras recetas relacionadas para obtener más detalle todavía de cada paso. ¿Vamos?
1 bizcocho
azúcar baño (80% almíbar + 20% coñac)
mantequilla pastelera
200g cobertura de chocolate negro
300g bastones de almendra
1 bote de mermelada de melocotón
Variantes:
Podéis rellenar el pastel con otros tipos de mermelada o con la misma mantequilla
El bizcocho tiene que estar frío. Mejor si lo hacéis el día antes y lo conserváis en la nevera tapado con un trapo.
Por cuestiones de estética, repelaremos la parte oscura del bizcocho.
Sacáis también la parte superior y aprovecháis para nivelar el bizcocho.
Si lo habéis hecho suficientemente alto, podéis hacer dos rellenos (tres capas).
Si no, dejais las dos capas con un único corte. Procurad que quede recto.
Como con todos los pasteles, necesitaremos una base metálica o de metacrilato para poder manipularlo con seguridad.
Preparad el azúcar baño: ya sabéis un almíbar tradicional con un buen chorro de coñac. Si no queréis por los niños no pongáis coñac. Incluso lo podéis bañar con leche directamente.
Lo primero que tenéis que hacer es bañar con alegría la capa inferior del pastel.
Extendedla con una paletina.
Encima, poned la siguiente capa de bizcocho y lo asentáis con la mano. Que quede a nivel.
De nuevo, volvéis a bañar el bizcocho.
Aplicad una buena cantidad de mermelada sobre el bizcocho.
Y extendedla con la paletina.
Poned la última capa del pastel encima.
Y volvéis a bañar.
Poned un poco de cobertura de chocolate a fundir al baño María.
Separad la mantequilla y guardad un poco para decorar el pastel con la manga. Al resto, echad una buena cantidad de cobertura fundida.
Removedla bien.
Qué colores, ¿eh?
Tenéis que conseguir que se integre bien, hasta que la mantequilla coja este color marrón.
Ahora ya podéis cubrir todo el pastel con la mantequilla oscura.
No os preocupéis si no queda demasiado bien, ya que ahora taparemos los laterales con la almendra.
La bastones de almendra los podéis comprar ya tostados o crudos y tostarlos en el horno durante unos 6-8 minutos a 180 grados.
Aplicad la almendra en los laterales haciendo uso de la base metálica y la paletina para coger el pastel.
Por último, si queréis, podéis hacer unas aguas en la mantequilla con un plástico dentado que podéis fabricaros en casa con mucha facilidad.
Preparad dos mangas: una con cornete redondo liso y el otro rayado.
Como más os guste, llenad cada manga con mantequilla de diferente color.
Y por fin, ya podéis decorar el pastel.
Yo he hecho unas clásicas rosas y algunas gotas.
¡Y ya lo tenéis listo!
Con la ayuda de la paletina, retirad la base metálica y traspasad al pastel a un cartón con blonda.
Y ahora queda lo más divertido de todo: decorar la mona con unos polluelos, que no pueden faltar.
Unas plumas de colores.
Y ya sólo quedará poner la pieza de chocolate con los muñecos, eso que traen los tíos a mi casa.
¡Siempre pasa igual, no caben!
¡Y es que hay de todo!
Esta mona la comparten 4 o 5 niños, así que hay muñecos para todo el mundo!... ¡como el Thor!
... esta no la conozco....
... ¡esta tampoco, pero me gusta!
¿Y este no sé, un Gormiti puede ser? ¡ni idea chicos!
Lo que si sé es que estaba bien buen la mona y a todo el mundo le encantó.
¡Buen provecho!