Pues no no, no conocía la sepiola o "morralet" como dicen por aquí. Resulta que he visto unas sepionas muy pequeñas en la pescadería... y entre medio, estaban mezcladas con otra especie muy curiosa. Básicamente son igual que los pulpitos... pero tienen dos "alas" muy curiosas... y de sabor son un poco más suaves que el pulpo... toda una delícia, vaya. Según la wikipedia, la sepiola es una especie de cefalópodo comestible nativo del nordeste del Atlántico y del Mediterráneo incluyendo el estrecho de Sicilia, el mar Egeo, el Adriático y Mar de Levante. En el nordeste del Atlántico se extiende desde el mar del Norte hasta Senegal.

Son de color marrón pero pueden cambiar el color a voluntad. Tienen el cuerpo muy parecido a una sepia pequeña pero allanado y sin una cresta que los rodea sino unas expansiones en forma de oreja que los ayuda a desplazarse. El manto del cuerpo de las hembras mide hasta 60 mm mientras se sabe que hay machos que no pasan de 25 mm. Son carnívoros, comen pequeños pescados y crustáceos. No pasan por el estado de larva.

Total, que yo lo he hecho todo mezclado, las sepionas con la sepiola... y ha resultado un plato extraordinario y facilísimo de hacer. Servidlo a modo de tapa y triunfaréis. Os recomiendo mucho este plato.

Ingredientes

400gr de sepionas pequeñas y sepiola (todo junto)

2 ajos

aceite de oliva

sal

perejil picado

 

Variantes:

- Podéis añadir una guindilla picadita

- Podéis añadir vino y hacer una reducción

Preparación
1.

Como podéis ver, lo he comprado todo mezclado. Lo limpiaremos con agua y ya está.

2.

Esta es la sepiola. Es curioso el animalito, ¿eh?... ¡con estas alas!

3.

Y esta es la sepiona.

4.

Según el pescadero... la sepiola es una trampa. Me explicaré. Parece ser que cuando compran una caja de sepiona pequeña (que va muy cara) te pone en la parte de abajo una buena cantidad de sepiola que, a pesar de estar muy buena, es bastante más barato que la sepiona... y por aquí viene la "timada". Una curiosidad, vaya. No paguéis más de 15eu el kilo por la sepiola.

5.

Calentad un poco de aceite en una sartén.

6.

Tirad la sepiola y las sepionas previamente lavadas con abundante agua, pero sin limpiar ni sacar nada de nada.

7.

Saladlas un poco.

8.

Veréis como enseguida cambian de color. Pensad que tan pequeñinas no hace falta hacerlas mucho... quedarán super blanditas.

9.

Picad un poco de perejil y unos trocitos de ajo.

10.

Al principio irán dejando toda el agua que tienen...

11.

Cuando cambie el ruido... veréis cómo el agua se ha consumido... y se empiezan a tostar. Añadid el ajo y tostadlo un poco. Removedlo un poco y veréis como la tinta de las sepionas van cambiando de color el plato.

12.

Podéis añadir el ajo picado. Que eso ya lo tenemos hecho.

13.

Y nada, servidlo calentito.

14.

Es un producto exquisito de sabor, y ya veis que prácticamente no necesita nada más.

15.

Umm... qué colorete, qué olor... y qué sabor. ¡Y mojad pan en la salsita, por favor!

16.

¡Buen Provecho!