La pasta de praliné es una mezcla de avellanas tostadas y trituradas con azúcar y un poco de aceite. Encontraréis muchas recetas en la red para hacerlo en casa. Este praliné lo podéis compráis hecho y os aguantará bastante tiempo. La podéis utilizar para hacer todo tipo de pasteles, helados o mousses como este. De hecho, se puede comer directamente, que está muy bueno y es muy fino de sabor.
Si utilizáis la nata sin montar... la parte inferior de la mousse os quedará con una textura más líquida, son dos texturas, lo que es muy interesante. Pero si os queréis asegurar una única textura sólida (de mousse mousse) os recomiendo montar la nata previamente.
4 claras de huevo
50gr. azúcar
150gr. pasta de praliné de avellana
150gr. nata (líquida o montada)
unos barquillos por decorar
Variantes:
- Podéis incorporar cobertura de chocolate negro
- Podéis montar la nata.
Abrimos el praliné.
Después lo podremos conservar con la tapa de plástico que lleva.
¡Qué textura!
Ponemos las claras en un cuenco para montar.
En otro, ponemos el azúcar... junto con la nata.
Lo que os comentaba antes, podéis utilizar la nata líquida o montada, según sea la textura que más os guste.
Ahora incorporamos el praliné.
¡Qué colores!
Lo mezclamos bien.
Perfecto.
Ya tenemos las claras montadas.
Lo mezclamos todo con cuidado.
Llenaremos las cazoletas.
Y las dejaremos reposar en la nevera.
Antes de servirlas, tiraremos un chorro de praliné por encima.
Lo podéis acompañar de un barquillo.
¡Buen Provecho!