La carne de este animal es considerada una de las carnes mes sanas que existen, ya que se caracteriza por tener un bajo contenido en grasa y colesterol, y por eso, es un alimento ideal para consumir y mantener un buen estado físico y nutricional. La carne de pavo tiene un alto contenido en agua, lo que hace que sea un alimento que aporta pocas calorías. De hecho, el pavo tiene dos tipos de carne: roja en sus extremidades inferiores, muslos y jamones, y blanca en su pecho y las alas. La mayor parte de la grasa se encuentra bajo la piel, por lo tanto, se puede retirar fácilmente. La baja cantidad de colesterol facilita la digestibilidad, siendo un alimento ligero, con un importante valor proteico y con un alto contenido de aminoácidos esenciales que el organismo necesita.
Hoy, os enseñamos como cocinarlo al horno con hierbas, como siempre, paso a paso. ¡Vamos!
4 muslos de pavo
1 copa de brandy
1 copa de vino
1 vaso de agua
1 cebolla a trozos
8 patatas
1 cabeza de ajos
hierbas aromáticas (romero, tomillo, laurel, etc.)
pimienta negra
aceite de oliva
sal
Variantes:
Podéis añadir tomates y/o zanahoria, o setas
Se puede utilizar vino rancio
Preparad la verdura.
Y los muslos de pavo.
Salad y pimentad los muslos.
Colocad la cebolla cortada a trozos en la base de la bandeja de horno, con un chorro de aceite de oliva.
Encima, colocad las patatas peladas y cortadas en rebanadas de un centímetro aprox. Saladlo y pimentadlo, y tirad una pizca más de aceite.
Encima, poned los muslos de pavo.
Tirad hojas de romero por encima.
Y hojas de tomillo también.
Partid unas hojas de laurel y las repartís por la bandeja.
Cortad todos los dientes de ajo por la mitad, con piel y todo.
Lo repartís y lo regáis de nuevo con aceite de oliva.
Precalentad el horno a unos 190 grados.
Ponedlo a cocer durante unos 15 minutos, inicialmente.
Pasado este tiempo, añadid el vino y el brandy, y lo dejáis cocer unos 30 minutos más.
Pasado este tiempo, dadle la vuelta a los muslos.
Y añadid el agua. Ahora, lo dejáis cocer una hora más aproximadamente, dándole la vuelta de vez en cuando y rociando los muslos con el jugo.
Una vez doradas y bien cocidas, ya las podréis servir.
Bien calientes y hacia la mesa.
Emplatad un muslo con patatas, cebolla y juguito.
¡Buen provecho!