Pues resulta que las galeras fritas también son un plato tradicional catalán. Y es que tenemos una riqueza gastronómica excepcional. Tenemos la huerta del interior, buena fruta y verdura, la caza, las aves de corral y todo el ganado, y además "la huerta" marina. Las navajas son muy buenas y se preparan muy fácilmente, pero también es cierto que a menudo las encontremos llenas de arena o con textura chiclosa por un exceso de cocción. Veremos, pues, como tratarlas previamente y como hacerlas para disfrutar de su intenso sabor a mar. Por cierto, yo todavía no he conseguido que las navajas queden 100% limpias de arena. ¿Y vosotros? ¿Tenéis algún otro truco?
24 navajas frescas
aceite de oliva
pimienta negra
perejil fresco
un chorro de vinagre
sal
Variants:
- Podéis añadir ajo picado junto con el aceite
Habitualmente encontraremos packs de navajas de este tipo.
Las navajas tienen que estar vivas, como todo el marisco.
Las lavaremos con abundante agua. Ahora las tenemos que purgar de arena.
Buscaremos un recipiente donde colocarlas y sumergirlas en agua. Un vaso ancho y grande es ideal. Pondremos una buena cantidad de sal primero...
y un chorro de agua.
Perfecto.
Ahora, si os fijáis bien, tendremos que identificar cuál es la parte superior e inferior de la navaja. La parte más oscura es la inferior.
Y la parte más clara, que está por donde sacan la lengua, es el superior.
Empezaremos por colocar las navajas con la parte inferior abajo.
De una en una las iremos colocando.
Finalmente, un chorro de vinagre provocará que las navajas purguen toda la arena dentro de este preparado. Acabad de llenar el vaso hasta arriba.
De esta manera, las navajas expulsarán toda la arena por la parte inferior.
Si las colocáis en posición horizontal también se purgarán, pero costará más. Es una sencilla cuestión de gravedad. Las tendréis que tener sumergidas un mínimo de 30 minutos, aconsejable un par de horas y también lo podéis hacer la noche anterior.
Mientras tanto, podéis ir picando un poco de perejil fresco.
Que quede bien pequeñito.
Pasado el tiempo de purgado, lavaremos de nuevo las navajas.
Cuando tengamos la plancha muy y muy caliente, colocaremos las navajas encima...
Las podéis tapar para provocar que se abran con el mismo vapor.
Muy bien.
En cuanto se abran, echaremos un poco de pimienta negra por encima.
Si queréis las podéis salar un poco, pero no mucho ya que son saladas de por sí. Las navajas, en cuanto se abran, las mantendremos un minuto en la plancha, pero no más. Si las dejáis más tiempo os pueden quedar chiclosas.
Para acabar, un poco de perejil picado por encima...
y ya las podemos emplatar.
Se tienen que consumir bien calentitas.
¡Buen provecho!
Y PARA BEBER...