Más soluciones aportadas por la receta del "Pan Suizo", una masa muy versátil, como ya sabéis. Pues hoy quería hacer unas hamburguesas... pero me revienta tener que comprar el clásico pan industrial para hacer las hamburguesas y, la verdad es que no acostumbran a vender este tipo de pan.
Total, que he pensado: lo haré y listo... "yo me lo guiso... y yo me lo como". Dicho y hecho.
1/2 Kg de masa de pan suizo
unas semillas de sésamo
1 huevo batido para pintar
Amasamos nuestra masa. Os recomiendo la lectura de la receta del pan suizo. Utilizaré mi fabulosa amasadora KitchenAid.
Una vez amasada, la trabajaremos un rato más con las manos.
Haremos una bola.
Y la dejaremos subir un par de horas.
Tapadla con un trapo húmedo con agua caliente.
La volvemos a "amasar" (prensar) y la dejamos reposar 5 minutos.
Yo lo hago a ojo... de esta medida aprox.
A continuación las tenéis que alisar un poco.
Pasado este tiempo, batiremos un huevo...
... y pintaremos nuestro pan.
En cualquier supermercado encontraréis semillas de sésamo.
Tiraremos un poco por encima.
Ya podemos hornear nuestro pan. Tenéis que tener el horno muy fuerte, a unos 230 grados centígrados.
Vigilad bien la cocción ya que en 5-7 minutos ya estarán hechos. Sólo tienen que coger color.
Perfecto.
De esta manera evitaréis que hagan corteza y quedarán bien blandos.
¿Veis el vapor que emana del trapo?... es curioso.
Pues ya lo tenemos chicos. Conservad el pan tapado con un trapo hasta la hora de utilizarlo.
El tamaño es perfecto y la textura también.
Y por dentro esponjoso.
Sólo tendremos que hacer nuestras hamburguesas. Yo las compro en la carnicería, que me las hacen expresamente, con una proporción de ternera y cerdo y un poco de sal y pimienta.
Llenad el pan con los ingredientes que más os guste. Yo pongo tomate, cebolla cruda dulce, pepinillos en vinagre...
Encima de la hamburguesa... una capa de queso, ketchup y mostaza.
Y como "colofón" un poco de cebolla crujiente.
Y aquí las tenéis.
Mil veces mejor que hacerlas con pan industrial... y si hacéis mucho pan... lo podéis congelar.
Esta imagen define muy bien la textura del pan.
Pues, nada... os dejo que voy a cenar.
Por cierto, si hacéis los panecillos más pequeños podéis servir mini-hamburguesas en plan tapa. ¡Buen provecho!