De momento, no soy diabético... pero mi madre y abuela lo eran y tengo mucho presente cuáles son las dificultades que comporta esta enfermedad en el día a día. Quién sabe si lo acabaré siendo... Por este y otros motivos (que no hay que estar enfermo) os propongo probar esta variación de los panellets más tradicionales de nuestra casa, y creedme... a mí me ha convencido completamente.
He repartido panellets hechos con este mazapán sin azúcar a la familia y amigos. Sin decir nada. Todo fueron felicitaciones y nadie sospechó absolutamente nada. Eso quiere decir que el edulcorante hizo su trabajo a la perfección... y el experimento ha funcionado muy bien. El problema es que cuando saben que no engordan tanto... ¡se les meten todos! Olvidan que el piñón y la almendra también son bastante calóricos.
Otras recetas de panellets que te pueden interesar:
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- Panellets de piñones
- Panellets de dulce de membrillo
- Panellets de almendra
300 g mazapán blanco sin azúcar
Para los piñones
300 g piñón europeo
1 huevo batido
1 el almíbar de un tarro pequeño de cereza confitada (solo queremos el almíbar, la cereza no)
colorante color huevo
Para hacer panellets de piñón el día antes tendréis que preparar el adobo. Si no lo hacéis os costará mucho que los piñones se peguen al mazapán. Vertemos los piñones en un bol.
No es imprescindible, pero un poco de colorante color huevo hará que los panellets tengan un color más atractivo. En todas las pastelerías se pone, pero si no tenéis no pasa nada.
Aparte del colorante, pondremos unas tres o cuatro cucharadas de almíbar de cereza.
... y lo mezcláis bien... con las manos bien limpias.
Ahora los tenemos que dejar reposar 24 horas.
Tapadlos y reservadlos en la nevera.
El mazapán también lo habremos hecho el día anterior.
Pasadas estas 24 horas, notaréis cómo los piñones estarán muy muy pegajosos. ¿Veis estos hilos que sueltan?... ampliad la foto si hace falta. Eso es lo que hará que se enganchen bien los piñones al mazapán.
Hacemos unas tiras de mazapán. Podéis utilizar un poco de azúcar glacé para evitar que se enganche en la mesa.
Cortad pequeñas porciones de mazapán. Pecad de pequeño, sobre todo. Pensad que con los piñones tendrán el doble de tamaño casi.
Ahora hacemos bolas...
... y ponemos unas cuantas en el bol de los piñones adobados.
Con paciencia... haced bolas y enganchad los piñones.
Que queden así.
Reservadlos en otra bandeja.
Ahora, ponedles en una bandeja para el horno con un papel cuisson. Al mismo tiempo que los colocamos, los chafamos ligeramente... para asentarlos en la bandeja y evitar que rueden. Pero muy poco, ¿eh?
Ya podéis poner el horno a 220 grados... en modo grill. Recordad que los panellets no se tienen que cocer, solo dorar dentro del horno, que cojan color y basta.
Antes de entrar al horno... batid un huevo...
... y pintadlos un poco.
Y para dentro.
En 10 minutos, ya cogerán buen color. No esperéis más.
Si queréis, cuando salgan del horno y con el pincel bien escurrido, volvéis a pintar los panellets para dar una capa adicional de brillo. El mismo calor de los panellets cocerá esta fina capa de huevo.
Y ya solo hay que esperar a que se enfríen.
No los apiléis si están calientes. Para conservarlos, tapadlos con un trapo limpio, fuera de la nevera.
¿Probamos uno?... ¡ummmmmmmmmmm!
¡Buen provecho!