Hacía muchos años que no hacía (ni veía) este pastel. ¿Y vosotros?... ¿Lo conocéis?... va hombre, decidme que sí. Me ha costado mucho encontrar referencias o fotos que hablen de este pastel.
De sabor sutil y bastante característico y con una buena conservación. Se tiene que reconocer que lleva su trabajo hacerlo... pero en una mañana y con ganas... y lo tenemos terminado. Se puede comer frío o caliente y lo podéis acompañar con un poco de helado... un coulis de fruta o un poco de crema inglesa.
200g de pasta brisa / quebrada (1 lámina grande)
4 manzanas golden
4 cucharadas de miel
4 cucharadas de azúcar
100g de mantequilla
2 huevos
200g de mazapán blanco ( o si no tenéis 100g de lustre + 100 g de almendra polvo)
120g de crema pastelera
300g de nueces peladas enteras
150g de gelatina de manzana
Para hacer la B de chocolate
16g de mantequilla
12g de claras de huevo
16g de azúcar glacé
4g de cacao en polvo
9g de harina floja
9g de almidón o "maizena"
Utilizaremos manzanas golden. Yo he utilizado 4 para un pastel.
Empezamos por sacar el corazón....
... pelarlas...
... y cortarlas en rodajas gruesas.
La manzana la tenemos que hacer al baño María... no busquemos que caramelice con el azúcar, buscamos que queden cocidas con la salsita dulce de la miel.
Ponemos agua en la cazuela inferior y ponemos el fuego a medio gas.
Colocamos las manzanas...
Mientras se cuecen las manzanas... iremos haciendo la crema pastelera.
Si podéis comprar almidón... mejor... si no "maizena" de toda la vida.
Yo he hecho una proporción de 250 ml de leche. Por lo tanto, os recomiendo la lectura previa de la crema pastelera.
La reservaremos en un cuenco de cristal... que se enfríe poco a poco.
... y la taparemos con papel film... para evitar que haga piel.
Seguidamente prepararemos el molde. Yo utilizaré un molde redondo de base plana como este.
tendremos que forrar con pasta brisa. Yo tenía del otro día, pero la podéis comprar hecha.
Estiramos la pasta brisa con un poco de azúcar glas para evitar que se enganche.
La haremos bien fina y recortaremos la medida de nuestro molde.
Si os falta un poco de pasta, la podéis enganchar con los dedos... ya que se manipula muy bien. Lo reservamos.
... y es cuestión de removerlo bien...
... hasta que quede una crema bien ligada y fina. Si hace falta, podéis añadir unas gotas de clara de huevo más. Tenéis que encontrar la textura que se ve en la foto, o similar.
... las reservaremos sin líquido, que podremos aprovechar para hacer otras recetas o ligar una salsa de guarnición.
Probad la manzana ahora... y veréis que extraordinariamente buena está. Dejaremos enfriar la manzana a temperatura ambiente.
Ahora cogeremos un cazo y una varilla. Vamos a preparar el relleno definitivo del pastel.
Como tenía mazapán blanco, lo aprovecharé pero podéis incorporar azúcar glacé y polvo de almendra al T.P.T. (tanto por tanto)
Muy bien.
Ahora añadimos la crema pastelera...
... desharemos un poco la mantequilla...
... y la incorporaremos. Lo batiremos todo hasta ligarlo bien.
Añadid también los dos huevos. Podríamos incorporar un chorrito de Pedro Ximénez o Moscatel o el licor que más os guste, pero la receta original no lleva.
Nos harán falta dos cornetes redondos planos, uno para el relleno y el otro para escribir la B. Si no los tenéis, no pasa nada... con un poco de gracia se puede hacer con una cuchara y un cornete de papel.
Podemos poner una primera capa fina de relleno o no. Después, llenaremos el molde con las manzanas.
No hace falta que os molestéis demasiado al ordenarlas, no vale la pena.
Muy bien.
Ahora lo acabaremos de cubrir todo con el relleno que ya tenemos preparado.
La cuestión es que no se vea la manzana. Ya podéis poner el horno a calentar a 180 grados.
En una manga pastelera pondremos la mezcla para hacer la B.
Recordad que utilizaremos un cornete redondo pequeño... si es todavía más pequeño mejor.
Escribiremos la B.
Ya la tenemos. Quizás demasiado gruesa y todo. Pensad qué en el horno se hará el doble de grande.
Pues ya sólo nos queda hornear nuestro pastel. Cocerlo de 30 a 35 min. a 180 grados.
¿Os ha sobrado un poco de crema?... la guardáis y sólo lo tenéis que quemar. Ya tenéis unos postres hechos.
Mientras se hace el pastel, prepararemos la gelatina de manzana.
Ya os he hablado algunas veces. La podéis comprar en cualquier tienda de productos de pastelería y es la clave para dar a nuestras elaboraciones un aspecto profesional. También aporta sabor a manzana que, en este caso, nos va que ni pintado.
Tendremos que llevarla a ebullición con un 20% de agua.
Mientras, también, iremos escogiendo las nueces enteras más bonitas para decorar el pastel.
Cuando os acercáis al tiempo total de cocción... podéis pinchar el pastel para comprobar si está cocido por dentro.
Si el pincho sale limpio... ya está cocido. Sólo le daremos un pequeño toque de grill para conseguir un mejor color.
Ya está bien cocido. Hombre, la B ha quedado un poco mal... eso ha pasado por hacerla tan grande.
Pero qué aroma!...
Dejadlo enfriar un rato.
Con la ayuda de una superficie bien plana le daremos la vuelta para ponerlo en cartón y blonda.
Genial.
Ahora, le daremos una primera capa de gelatina al pastel... para hacer que las nueces se enganchen un poco. Las iremos colocando en torno al pastel procurando que sean todas del mismo color y del mismo tamaño.
Finalmente, le daremos una nueva capa de gelatina de manzana a todo el pastel... incluidas las nueces.
Perfecto.
Pues ya tenemos hecho nuestro pastel de Barcelona.
¿Es bonito, verdad?
Es una pastel bastante fotogénico, pienso.
Y es buenísimo.
Si lo tenéis que transportar... tratad de hacerlo en una caja o un túpper de grandes dimensiones. Si lo habéis tratado con cariño durante todo el proceso de elaboración... haced lo mismo en el transporte. No lo envolváis con papel de aluminio, bolsas de plástico ni nada por el estilo.
Se puede servir frío o caliente y lo podéis acompañar de mil maneras, pero así solito, tal cual... es toda una maravilla de pastel. La manzana acostumbra a gustar a todo el mundo y además un relleno similar al de un franchipan... hacen que sean, para el paladar, unos postres muy agradecidos.
¡Ah!... y el cava bien fresquito que no falte, sobre todo.
¡Buen Provecho!