Ya hacía tiempo que tenía muchas ganas de hacer un pastel así, aunque no he quedado demasiado satisfecho de la estética. ¡He perdido mucha práctica! Nosotros, en la pastelería, hacíamos uno muy parecido y teníamos muchos encargos. La gente lo conoce lo bastante bien. Es el típico pastel de chocolate... que todos tenemos en la cabeza. Ya sabéis que yo no soy demasiado de chocolates, pero este pastel en particular me gusta y mucho, ya que la combinación con mermelada de frambuesas lo hace irresistible a cualquier paladar. Lleva su trabajo, todo se tiene que decir. pero viendo el resultado vale la pena. Si os lo montáis bien, lo podéis hacer en dos días... y así no estaréis toda la mañana haciendo el pastel.
1 bizcocho de chocolate (tortada)
azúcar baño (almíbar)
mermelada de frambuesas
brandy/coñac
Para el glaseado de ganache
150 gr. de nata
150 gr. de cobertura de chocolate negro al 70% de cacao.
50 gr. de mantequilla
Para la decoración
chocolate blanco o de leche
chocolate "granillo"
almendra crocante
Variantes:
- Al bizcocho le podéis añadir almendra en polvo, mantequilla y cobertura de chocolate.
Primero de nada, prepararemos nuestro bizcocho de chocolate. Os recomiendo ver la receta de la tortada. Una vez emulsionada...
... la dejaremos enfriar...
... desenmoldamos, y ya lo tendremos a punto.
La tortada la podéis hacer el día antes y guardarla en la nevera tapada con trapos.
Yo lo he hecho rectangular, porque me interesaba que me sobrara un poco de bizcocho, para otras creaciones. Pero podéis utilizar un molde redondo de toda la vida.
Claro, si lo hacéis cuadrado... lo tendréis que recortar...
... con un cuchillo de sierra y poco a poco.
Perfecto.
Si os fijáis... la parte de encima siempre queda un poco irregular... no queda lisa.
Con la ayuda de un cuchillo iremos alisando y recortando el bizcocho sobrante.
Ahora parece más recto, ¿verdad?... estas cosas requieren de paciencia y de ganas de hacerlo bien, como todo.
Ahora lo abriremos por la mitad.
Que quede bien bañado. Si tienen que comer críos, podéis hacer mitad y mitad, bañarlo solo con azúcar baño o con leche... o claro, hacer dos pasteles, como hago yo.
Ahora, con la ayuda de una paletina, rellenaremos nuestro pastel con mermelada de frambuesas. Podéis utilizar también una de melocotón, pero yo os recomiendo esta combinación.
Llegamos a las esquinas pero sin superarlas.
Ahora asentaremos encima la capa superior del pastel.
También la bañaremos, igual que hemos hecho antes.
Perfecto. Primer paso superado.
Ahora coged la cobertura, la nata y la mantequilla que vamos a preparar el "ganaché".
Yo he comprado esta cobertura de la marca VALOR que está muy buena. Si no la encontráis al 70% podéis utilizar la del 50%.
Qué pinta más guapa. Recordad que no tiene nada que ver la cobertura con el chocolate que venden en el súper.
Calentamos la nata en un cazo.
Pesamos el chocolate.
Pesamos la mantequilla.
Mientras, debajo del pastel he puesto el mismo aro de corcho (si es metálico mejor) para poder moverlo sin que se rompa. Recordad que ahora lo tendremos que bañar. Podéis utilizar también alguna parrilla (tipo grill del microondas) que nos genere un espacio entre el mostrador y nos levante un poco el pastel. Como esta base ya es lo bastante gruesa, yo no utilizaré ningún otro utensilio.
Una vez hierva la nata, pararemos el fuego.
Incorporamos el chocolate y la mantequilla a trocitos...
... y lo vamos removiendo...
Cuando no queden grumos, estará a punto para bañar.
Vamos...
... poco a poco y con decisión... y si puede ser... sin tener que hacer la foto con la otro mano...
Ahora, con la paletina, recogeremos todo el sobrante.
Ya lo tenemos. Si quisiéramos lo podríamos volver a bañar y hacer una capa más gruesa...para tapar todavía más cualquier imperfección del bizcocho. En este caso, me ha parecido suficiente con una.
Sed curiosos con la limpieza, por favor, sobre todo trabajando el chocolate.
Ahora, he comprado un granillo de chocolate que utilizaré para decorar los laterales del pastel.
Si no tenéis no hace falta que le pongáis...
Pero siempre le dará un acabado más sofisticado.
OK, ya lo tenemos prácticamente acabado.
Ahora, si queréis, lo podéis guardar a la nevera para acabar de cuajar el baño. Si lo tenéis que dejar un día para otro, os aconsejo lo tapéis por qué no os coja olores. Yo utilizo este recipiente de quesos... y que sólo utilizo para dulces, claro.
Finalmente, sólo nos quedará decorarlo como más nos guste.
He aprovechado unas bolitas de cereales de chocolate que tenía... y han quedado bastante auténticas.
Como era el cumpleaños de mi hija.... le he escrito el nombre con chocolate blanco fundido.
¿Qué suerte, eh?
Se emocionó la tía... ¡no es para menos!
¿Lo queréis ver por dentro?... y tanto... hombre.
Esponjoso, suave, nada empalagoso... y casero.
¡Qué bueno!... ¡y eso que no soy de dulces yo!
Acompañadlo con un buen cava super frío.
... un Gramona o un Juvé&Camps...
Ya está bien de fotos, ¿no?
Este es el mismo pastel (ya os he dicho que tuve que hacer dos), pero con alguna ligera variación.
El bizcocho incorpora mantequilla, almendra en polvo y chocolate.
Eso si, los dos son igual de buenos.
Además, he hecho unos pequeñines para los niños... bañados con leche, y tienen el mismo relleno.
Y aprovechando el "ganache", he bañado un helado de nata y frutas del bosque que tenía en el congelador pendiente de acabar. Lo he decorado con un poco de bizcocho y ha quedado bastante auténtico. ¡Buen Provecho!