Hoy veremos como hacer un pastel en forma de corazón y de color rosa. Es un pastel muy infantil pero muy alegre a la vista también. Yo lo he hecho para el cumpleaños de mi hija, pero también lo podéis regalar para el día de los enamorados.
Como ya sabéis, a la hora de hacer un pastel de este tipo, tendréis que ser previsores y preparar el bizcocho y el almíbar el día anterior. Al día siguiente, el montaje es relativamente sencillo de hacer. ¡A mi hija le encantó! ¡Espero que os guste a vosotros también!
1 bizcocho con cacao
Azúcar baño (almíbar y brandy)
Granillo de chocolate
1 litro de nata para montar
250g de azúcar
Colorante alimentario rojo
Piezas decorativas de azúcar
Variantes:
Todas las que queráis, con respecto a colores, nata, trufa, etc.
Como explico en la introducción, el día antes tendréis que preparar el bizcocho con cacao, os aconsejo leer la receta.
Lo horneáis.
Y lo dejáis enfriar. Una vez frío lo tapáis con un trapo limpio y a la nevera.
A la hora de recortar el bizcocho en forma de corazón, podéis utilizar una plantilla en papel o, como he hecho yo, directamente a ojo.
Primero lo marco ligeramente y si me gusta, entonces empiezo a cortar.
Serrad correctamente, para no desmenuzar el bizcocho.
Muy bien, ya tiene forma de corazón.
Recortad la parte superior, más seca y aprovecháis para nivelar el pastel.
Una vez tenéis el bizcocho a punto, ya podéis poner a montar la nata, pero sólo la mitad, para el relleno. La otra mitad la haremos de color rosa.
A medio montar, añadid el azúcar 125g por 500ml de nata.
Mientras monta la nata, mezclad el almíbar (hecho la noche anterior) con el brandy al 20%.
Y pintad con generosidad la primera capa del bizcocho.
¡Vigilad la nata, no hagáis mantequilla!
Con esta nata blanca rellenad el pastel.
Procurad que quede bien nivelado y no sobresalga de los lados.
Ahora, colocad la otra capa de bizcocho encima.
Y nuevamente, pintad generosamente el bizcocho con el azúcar baño. De manera que no quede seco.
En paralelo, poned a montar el resto de nata a la que daremos color rosa.
No olvidéis el azúcar.
Ahora, con esta nata rosa cubrid todo el pastel. Utilizáis una paletina para trabajar, es el mejor utensilio.
No hace falta que quede perfecto, ya que lo cubriremos con rosas de nata hechas con la manga. Pero que quede decente.
Lo llenáis.
Y ya podéis empezar a decorar el pastel.
Yo he querido hacer muchas rosas, pero podéis decorarlo a vuestro gusto.
Aprovechad para trasladar el pastel encima de un cartón con blonda y lo ponéis a congelar.
Cuando el pastel esté un poco más frío (o congelado del todo) podréis aplicar mejor el granillo de chocolate.
Muy bien.
Conservad el pastel dentro del congelador y sacadlo una hora antes de ser consumido. Eso os permitirá hacer el pastel una semana antes si queréis.
¿Y ahora qué falta hacer?
Darle un punto extra de decoración. Yo he comprado estos flores de azúcar que encontraréis en cualquier gran superficie.
Muy bien.
Finalmente, la vela y hacia mesa.
Como veis, hemos tenido que poner unas golosinas para los niños también.
¿Lo queréis ver por dentro?
¡Aquí os dejo un trozo para vosotros!
¡Buen provecho!