Este es uno de los pasteles más comunes en la gran mayoría de nuestras pastelerías. Un euro por cada pastel de trufa oscura que he hecho... y viviría en una mansión, jeje. Ahora, sin embargo, quizás hacía más de 15 años que no hacía uno. Y aquí lo tenéis. Una buena combinación de sabores en un pastel con buenas propiedades de conservación, de aquí que lo podamos ver casi siempre en los escaparates no refrigerados.
Lo encontraréis con algunas variaciones en la decoración, en el quemado y en la finalización lateral, pero básicamente estará compuesto de trufa oscura/cocida, yema pastelera, bizcocho (tortada) y azúcar baño (almíbar+brandi). El pastel se hace en 15 minutos, pero claro está, el trabajo es tener preparados todos los ingredientes... así que para ir bien lo tendréis que hacer el día antes.
Este pastel se puede combinar con mantequilla pastelera y con todo tipo de mermeladas. Es aconsejable, como pasa con todos los pasteles, acompañarlo de un buen cava muy y muy frío. No hace falta decir que os harán falta utensilios como la manga pastelera (con el cornete adecuado), una paletina, una pala de quemar, gelatina de manzana, cartón y blonda, etc.
1 kg de trufa cocida (oscura)
500 g de yema pastelera
bizcocho (tortada)
azúcar baño (almíbar + brandy)
fideos de chocolate
azúcar
gelatina de manzana
Preparamos nuestro bizcocho (tortada).
Lo horneamos.
Y lo dejamos enfriar tranquilamente. Mejor de un día para el otro, pero guardado en la nevera y tapado con un trapo limpio.
También preparamos la trufa cocida (oscura) con cobertura de chocolate negro.
La haremos a trocitos... la mezclaremos con la nata caliente y lo dejaremos enfriar 24 horas.
Para utilizarla, lo tendremos que templar y remover un poco hasta que adquiera una textura untuosa.
El día antes también habremos preparado la yema pastelera...
No es fácil encontrarle el punto, a la yema. Yo os recomendaría intentar hacerla con tranquilidad previamente.
Habremos hecho también el almíbar para el azúcar baño, añadiendo un 30% de brandy.
Como hemos hecho con otros pasteles, abrimos y recortamos nuestro bizcocho. Lo cortaremos por la mitad horizontalmente. Bañaremos con azúcar baño la parte inferior y aplicaremos un relleno generoso de trufa cocida. Lo tapamos y volvemos a bañar la parte superior.
Ahora, con la yema pastelera, untaremos la parte superior procurando tapar todas las imperfecciones. Seguidamente, con la pala de quemar, quemaremos solo la parte central del pastel echando una pequeña montaña de azúcar.
Calentaremos un poco de gelatina de manzana y dejaremos que se enfríe, pero evitando que llegue a cuajar.
Pintamos la yema con la gelatina y untamos los laterales del pastel con trufa cocida. Aplicad con las manos un poco de fideos de chocolate.
Si lo hacéis en verano, como ha sido mi caso, os recomiendo reservarlo en la nevera antes de acabar la decoración.
Preparamos una manga pastelera con cornete estriado.
Podéis intentar hacer dibujitos... antes de aplicaros con el pastel.
Haremos unas rosas decorativas de trufa... poco a poco y con buena letra.
Y ya tendremos nuestro pastel de trufa cocida acabado.
¿Bonito, verdad?
¡Ah! ¿Queréis un trozo?
Venga va... un trozo.... con una copa de cava bien fresquito.
¡Buen Provecho!