El Domingo pasado mi hija hizo años... y claro, le tenía que hacer un pastel. Le encanta soplar las velas... y se emociona mucho con los pasteles. He querido hacer un pastel bastante vistoso... y al mismo tiempo sabroso para los niños. Estos tipos de pasteles son todo un clásico en las pastelerías y se pueden decorar con cualquier tipo de fruta de temporada. Lo he rellenado con mermelada de melocotón.
1 bizcocho
yema pastelera
almibar+brandy(azúcar baño)
1 bote mermelada de melocotón
surtido de frutos rojos (arándanos, grosellas, fresas, moras, etc.)
almendra crocante
300gr. cobertura de chocolate negro
gelatina de manzana
hojas de menta fresca
El día antes prepararemos el bizcocho. Ya sabéis que yo os propongo dos posibles recetas: la tradicional "Bizcocho tradicional" y la de pastelería "Tortada" que requiere impulsor y emulsionante. Pasaos por ambas recetas previamente y veréis las diferencias.
Empezaremos por recortar el bizcocho. Esto se hace por una cuestión estética. La yema también se pegará mejor al molde que a la corteza. Le sacamos la tapa, que podemos guardar para hacer la base de un helado.
Ahora, sujetamos el bizcocho con una mano... e iremos recortando el lateral...
... procurando cortar siempre la misma cantidad. De esta manera os quedará redondo. Seguidamente lo cortaremos por la mitad (horizontalmente, claro) y así lo podremos rellenar.
Como veréis, el alcohol se queda arriba y el azúcar abajo, ya que tienen densidades diferentes.
Ahora si, bañamos la capa inferior del pastel.
Trabajaremos un poco la mermelada con la gelatina para hacerla más untable.
Rellenamos el pastel con una capa generosa de mermelada. Podéis utilizar la que más os guste.
Trabajad siempre con una paletina, ¿eh?... nada de cuchillos ni cucharas.
En este momento, pondremos a calentar la gelatina de manzana. Así, más adelante, estará en el punto para bañar el pastel.
Vamos a por la yema pastelera. La trabajamos un poco al salir de la nevera... y la repartimos bien.
Sólo con la paletina podréis obtener buenos resultados.
Dedicadle tiempo y paciencia... y os quedará bonito.
Es el momento de bañar el pastel con gelatina.
Se tiene que hacer rápido ya que la gelatina se cuaja enseguida. Los laterales también.
Ahora le pondremos un poco de crocante por el lado. La almendra crocante la podéis comprar hecha o la podéis hacer en casa, que es lo que os recomiendo. Es muy fácil de hacer y queda mejor que cualquiera comprada.
Para poner el crocante tenéis que utilizar una base plana de la medida del pastel, como puede ser la tapa de un tupper. Entonces, con la ayuda de la paletina... poned el pastel encima. Ahora, podréis sujetar el pastel con una mano, en el aire... y con la otra mano ir aplicar la almendra crocante... el chocolate granillo o lo que sea. No tengo imágenes porque no puedo hacer fotos si tengo las dos manos ocupadas. Ya sé... no es excusa... lo siento.
De nuevo, con la ayuda de la paletina, retiraremos la base de plástico y colocaremos el pastel encima de un cartón con blonda.
He encontrado un buen surtido de frutos rojos. Los lavaremos bien previamente y los secaremos.
Ahora nos dispondremos a dar un baño de gelatina a toda la fruta. Los podréis colocar la fruta encima del pastel y después bañarlo todo, pero de esta otra manera os aseguráis un mejor resultado.
Bañamos primero estas preciosas grosellas... y las reservamos en una bandeja para guardar en la nevera.
Hacemos lo mismo con las fresas...
... los arándanos...
... y las moras rojas...
Tenemos una buena bandeja. La reservamos.
Ahora iremos preparando un poco de cobertura de chocolate para decorar el pastel y escribir un "Felicidades".
Ponedlo al baño María y no paréis de remover hasta que esté deshecha. Dejadla enfriar (atemperar) un poco. Un día ya hablaremos de cómo tratar bien el chocolate.
Haced un cornete de papel con punta... llenadlo de cobertura y practicad un poco en un papel. Siempre va bien, antes de cagarla en un pastel. Sobre todo para asegurarse de que la cobertura no tiene grumos y desliza bien.
Ahora si, hacemos una decoración... cualquiera... lo primero que nos venga a la cabeza.
Así queda bien, ¿no?... todo lo que sea repetitivo... queda bonito en conjunto.
Finalmente, colocamos la fruta roja por encima. Pensad que gelatina cuajada con gelatina cuajada no pega. En contra de lo que pueda parecer... la fruta resbalará sobre el pastel. Os recomiendo poner una puntita de cobertura debajo... con el mismo cornete que hemos utilizado para escribir. Así nos aseguramos de que no se moverá. Unas hojas de menta siempre aportan color.
Y nada, escribimos un "Felicidades"... y ya lo tenemos hecho.
Queda realmente vistoso. Vaya que entra por los ojos, ¿no?
Eps, faltaban las tres velas. Es mejor tres que una vela con el número tres. Los niños pequeños ven más claro que son tres añitos... ¿a que si?
Y no os olvidéis servirlo con un buen cava super fresquito.
¡Ah!... ¿lo queréis ver por dentro?... si hombre si...
¡Buen Provecho!