Ya hemos visto como cocinar el estofado de costilla de cerdo con patatas. Hoy sin embargo, os mostramos la variante que incorpora senderuelas o "moixernons", como se llaman en Cataluña y prescinde de la picada de ajo y perejil. El corte de la costilla también es diferente, de mayor medida. En casa, es un plato que hacemos a menudo, y que forma parte del patrimonio familiar de muchos hogares en nuestro país. Y es que es un plato que no falla nunca, gusta a grandes y pequeños, de fácil elaboración y conservación. Se puede comer con cuchara o con tenedor si aplastáis las patatas mezcladas con el caldo y el huevo duro.
Pero sobre todo, este es de aquellos platos que hacen sentirse como en casa, que recuerdas para siempre y que asocias a buenos momentos de la vida y de la infancia, porque la cocina está rodeada de muchos momentos mágicos. ¡Venga!
50 g de senderuelas deshidratadas (moixernons)
1 kg de patatas chascadas
400 g de costilla de cerdo
1 cebolla picada
2 tomates rayados
2 dientes de ajo picados
aceite de oliva
manteca
agua
sal y pimienta
Variantes:
Se puede acompañar con huevo duro
Se pueden poner otras setas
También podéis acabar el plato incorporando una picada de ajo y perejil
Se puede sustituir la patata por boniato blanco
Se puede añadir conejo además de costilla
Se puede hacer con costilla de ternera
Preparad la carne.
Y las verduras.
Lo que tenéis que hacer primero es poner las setas secas a hidratar.
Llenad un cuenco con agua y dejad las setas entre 20-30 minutos.
Para hacer este plato he utilizado trozos de costilla de cerdo de unos 10 centímetros. Lo podéis hacer con trozos más pequeños también.
Y pimentadla.
Poned a calentar un buen chorro de aceite de oliva con un poco de manteca.
Mientras se calienta el aceite, enharinad la costilla.
Eliminad el exceso de harina.
Y ponedla a freír.
Tiene que quedar dorada por todas partes.
En el mismo aceite poned el ajo picado.
En cuanto coja color, echad la cebolla picada también.
Aprovechad la humedad de la cebolla para integrar los restos de freír la carne adheridas a la cazuela, y evitar así que se quemen. Eso aportará mucho sabor al plato.
Dejad la cebolla que poco a poco coja color.
Rayad los tomates.
Y añadidlos a la cebolla.
Tirad una pizca de sal y dejad hacer el sofrito a fuego lento hasta que casi no quede líquido.
Entonces, incorporad de nuevo la carne.
Removedla bien.
Poned dos hojas de laurel.
Y el vino blanco.
Un vaso entero.
Tapad la cazuela y esperad unos 10-12 minutos hasta que se evapore todo el alcohol.
Una vez pasado este tiempo...
tenéis que incorporar el agua de hidratar las setas. Eso le dará muy buen sabor al estofado.
Ayudaos de un utensilio para filtrar el líquido. Las setas se tienen que añadir más tarde.
Acabad de cubrir la carne con agua. Poned suficiente para poder cocer las patatas también.
Un poco de sal.
Lo tapáis y dejáis cocer la carne durante unos 30 minutos a fuego lento.
A continuación ya podréis poner las patatas que habréis chascado.
Y también los "moixernons".
Dejadlo hacer unos 25-30 minutos más y rectificad de sal si hace falta. Una vez hecho, dejad resposar el plato un rato (una o dos horas). Después lo calentáis.
En paralelo, podéis hacer unos huevos duros para acompañar el plato.
¡Buen provecho!