Hoy os presento una receta tradicional bastante similar a las clásicas patatas enmascaradas, que se elaboran con butifarra negra. La seta negrilla o "fredolic" es de carne blanca y sabrosa. Se utiliza en guisos y sopas. Es una seta tardía que sale en los pinares, formando grupos numerosos, con los primeros fríos, de manera que alarga la temporada de setas. Se la puede llegar a encontrar congelada. Tiene un sombrero a menudo irregular, con el centro que sobresale y la cutícula seca, con diferentes tonalidades de color gris, como de terciopelo.
1 kg de patatas
400 g de negrillas o "fredolic"
200 g de tocino cortado a trocitos
2 dientes de ajo picado
aceite de oliva
agua
sal
Variantes:
Se puede hacer con otras setas
Preparad todos los ingredientes.
Limpiad las negrillas bajo grifo y secadlas bien, con cuidado que se rompen.
Os recomiendo utilizar una patata sabrosa para elaborar este plato.
Pelad las patatas.
Cortadlas a trocitos. No importa demasiado la medida ya que después lo aplastaremos.
Podéis utilizar tocino del cuello, salado o ahumado. A mí me gusta combinarlos.
Cortad el tocino en dados.
Cortad también el ajo.
Poned a hervir las patatas.
Un chorro de aceite de oliva.
Y sal. Hasta que estén cocidas, unos 20-25 minutos según la medida del trozo.
Mientras tanto, dorad el tocino para decorar.
Que quede bien tostada por ambos lados
Y la reserváis.
En la misma grasa, dorad el ajo.
Añadid los dados de tocino y dejad que cojan color, removiendo de vez en cuando.
Ahora, ya podéis añadir las setas.
Un punto de sal.
Dejadlo hasta que se evapore el agua que sueltan las setas.
Una vez seca, apagad el fuego y reservadlo.
Escurrid la patata y pasadla en un recipiente donde poder chafarlas.
Añadid la mezcla de setas y tocino y reservad unas cuantas setas (los más bonitos) para decorar el plato.
Con un tenedor mismo, chafad la mezcla. Saladlo si hace falta.
Tenéis que conseguir una mezcla de textura cremosa.
Ahora, calentad una sartén con un chorro de aceite y verted la mezcla. Tostad el conjunto un rato.
Con un golpe de muñeca, podéis darle la vuelta como si se tratara de una tortilla. Una vez esté bien caliente y ligeramente tostado, ya lo podéis servir.
Utilizad un molde para garantizar una buena presentación.
Finalmente, decorad con el tocino reservado (y calentada de nuevo) y las setas más bonitas. Que no falte un chorro de aceite de oliva en crudo por encima.
¡Buen provecho!