Como recientemente he hecho una especie de estofado de frutos rojos, pensé que lo podía aprovechar y hacer esta 'Pavlova' de frutos rojos. A mí, personalmente, no me gusta mucho el merengue, pero ha resultado ser un postre bueno y, sobre todo, estético. No cuesta mucho hacer y el coste de los ingredientes es mínimo.
En el fondo, no deja de ser una gran bola de merengue rellena, pero con un poco de gracia, ciertamente. En definitiva, si sois amantes del merengue os encantará. En caso contrario, no os dirá ni fu ni fa. ¡Vamos!
300 g de claras de huevo
450 g de azúcar
50 g de licor de grosella
estofado de frutos rojos
frutos rojos
Variantes:
Podéis utilizar azúcar en polvo
Podéis sustituir las claras por albúmina en polvo
Podéis utilizar concentrado de grosella en vez de licor
Preparamos todos los ingredientes.
Previamente habremos preparado el estofado de frutos rojos.
Si los huevos estaban en la nevera, los podéis sumergir en agua del grifo durante unos minutos. Es importante que las claras no estén demasiado frías. Verted las claras dentro del bol donde las montaréis. Procurad que no caiga nada de yema.
Empezamos a montar las claras sin azúcar y las empezamos a batir.
Cuando empiecen a oxigenarse y a hacer espuma incorporaremos el azúcar en forma de lluvia. También se puede incorporar una vez montadas las claras pero nunca al principio u os costará mucho que monten.
Seguiremos batiendo las claras, ahora a velocidad más alta.
Las claras tienen que tener un aspecto de nata montada. Como dice todo el mundo, si las ponéis boca abajo encima de vuestra cabeza no tendrían que caer.
Una vez montadas las claras añadiremos la grosella. Esto, de hecho, no es licor si no un concentrado de grosella.
Con un par tapones será suficiente.
Con estas cantidades el concentrado de grosella casi no os aportará color pero sí sabor y aroma.
Integramos el concentrado de grosella con un batidor.
Preparamos una manga pastelera con un cornete liso y grueso.
Seguidamente llenamos la manga pastelera.
En una bandeja de horno con papel tipo cuisson haremos la base de la Pavlova.
A continuación empezaremos a hacer montañitas por los alrededores. Procurad que no queden espacios abiertos.
En este punto añadiremos el estofado de frutos rojos.
Adicionalmente, he querido incorporar un poco de fruta roja entera (la tenía congelada).
Seguimos cubriendo el relleno con más montañitas de merengue.
Sobre todo, vigilad bien que no queden espacios abiertos.
Ya tenemos la Pavlova acabada y más o menos sellada.
Ahora la coceremos a 180º C durante unos 10 minutos y nos quedará así. Dejad que se enfríe dentro del horno abierto.
Si queréis darle un toque dorado adicional podéis utilizar un soplete como este.
Con cuidado y procurando no quemarlo, le daremos más color a la Pavlova.
Una vez fría, ya la podemos servir.
Una hoja de menta siempre rompe la monotonía blanca.
¿La queréis ver por dentro?
Sirvamos un trozo. Presentado así es como una marranada pero está bien bueno.
Como podéis observar, la primera capa es dura pero el resto de merengue es muy cremoso.
Esta imagen corresponde a otro Pavlova que hice y que cubrí con azúcar glacé. ¡Buen provecho!