El plato de hoy recuerda visualmente a los curris que se hacen en la India, pero enseguida os daréis cuenta de que se trata de un plato bien local. He utilizado pavo, como podía haber utilizado pollo, gallina u otras aves, incluso conejo. De elaboración sencilla, es un plato que se hace rápidamente, pero que también podéis hacer uno o dos días antes y dejarlo reposar.
El acompañamiento es al gusto, yo os propondré un arroz frito. ¡Vamos!
750 g de pechuga de pavo en dados
3 pimientos verdes
3 dientes de ajo
1 cucharada de jengibre en polvo
1 cucharada de pimentón (dulce o picante)
1 cebolla picada
200 ml nata para cocinar o leche evaporada
300 g tomate triturado
1 vaso de vino blanco
pimienta negra
aceite de oliva
sal
VARIANTES:
- Podéis añadir guindilla picante
Poned a dorar los dientes de ajo con un buen chorro de aceite de oliva.
Poned los dados de pavo a freír, con sal y pimienta.
Mientras se hacen, preparad los pimientos verdes. Una vez limpios, cortadlos en cuatro trozos largos. Picad también la cebolla.
Dadle la vuelta a la carne.
Cuando esté dorada retiradla.
Y la reserváis para más adelante.
En el mismo aceite, saltead el pimiento.
Y cuando sea un poco blando, incorporad la cebolla picada.
Aprovechad el agua de la cebolla y el pimiento para limpiar la cazuela de los restos pegados de freír la carne. Estos residuos aportan mucho sabor.
Cuando la cebolla esté blanda, añadid una cucharada de pimentón, dulce o picante, al gusto.
También una cucharada de jengibre en polvo. Se puede poner jengibre fresco, picado pequeño.
Dad unas vueltas y añadid el tomate triturado. Dejadlo cocer a fuego medio-bajo durante 5 minutos.
Ahora, incorporad la carne a la cazuela.
Removedlo bien, que la carne se impregne del sofrito.
Ahora, ya podéis echar un vaso de vino blanco.
Lo tapáis y dejáis evaporar el alcohol durante 8-10 minutos tapado.
Se empezará a pegar, vigiláis no se os queme de abajo.
Ahora, añadid la nata o leche evaporada.
Saladlo al gusto y lo dejáis reducir entre 5-10 minutos hasta que la salsa tenga buena textura.
Apagad el fuego y dejad reposar el guiso.
Podéis preparar un arroz frito para acompañar la carne.
Calentad la carne y servidlo todo junto.
¡Buen provecho!