Hoy os presentamos una tapa muy conocida en el sur de la península. Allí se acostumbra a hacer con cazón, pero también podéis utilizar otros pescados de carne similar, como el rape. La receta es bien sencilla: solo tenéis que preparar un fácil adobo el día anterior. ¡Al día siguiente, a freír y a comer! Encontraréis diferentes variantes de este adobo, cada maestrillo tiene su librillo, dicen, pero los ingredientes siempre son bastante similares. Podéis adobar el pescado, enharinarlo y congelar una parte también. ¡Vamos!
500-800 g de dados de cazón o rape
harina para freír (mezcla trigo y garbanzo)
aceite para freír
sal en escamas
Para hacer el adobo:
1 vaso de cortados de vinagre de jerez
4 vasos de cortados de agua
3 dientes de ajo chafados con piel
2 hojas de laurel
1 cucharada de postre de comino
2 cucharadas de postre de orégano
2 cucharadas de postre de pimentón dulce
media cucharada de postre de sal
el zumo de un limón
Variantes:
Podéis poner un poco de pimentón picante
La cantidad de vinagre es variable al gusto
Cortad y limpiad el pescado. En este caso yo he utilizado una cola de rape entera de unos 600 gramos.
En un cuenco, poned el vinagre.
Y el agua. Es una parte de vinagre por cuatro de agua, en general.
Ahora chafad los ajos haciendo presión con la parte plana del cuchillo.
Os tienen que quedar así.
Poned los ajos dentro del bol junto con las hojas de laurel cortadas a trocitos.
Seguidamente, la sal.
Las dos cucharadas de pimentón.
La cucharada de comino.
Y las dos cucharadas de orégano.
Ahora, poned el zumo de un limón.
Removedlo bien.
Poned los trozos de pescado dentro del adobo.
Tapad el bol con papel film y reservadlo en la nevera. Os recomiendo adobar el pescado un mínimo de 12 horas.
Al día siguiente, preparad la harina. Yo he utilizado mitad harina para freír y mitad harina de garbanzo.
Retirad los trozos de pescado del adobo, descartando el laurel, semillas del limón... y ponedlos sobre un papel absorbente.
Con más papel absorbente, procurad secar el pescado.
Y ahora ya lo tenéis a punto para ser enharinado.
Con paciencia, enharinad los trozos de pescado.
Tenéis que procurar que no quede ningún trozo sin enharinar, pues queremos que la fritura encapsule el pescado, garantizando que quede jugoso por dentro y crujiente por fuera.
Ahora, con aceite bien caliente (a 180 grados por lo menos) freíd los trozos de pescado.
Les tenéis que tener un par de minutos, no mucho más. No queremos cocer excesivamente el pescado por dentro. Cuando estén crujientes por fuera, los retiráis.
Y les dejáis sobre un papel absorbente, por aquello del aceite.
Mientras hacéis el resto, preparad una salsa para acompañar. Puede ser un alioli, o incluso un romesco. Yo he optado por hacer una salsa rosa picante.
Finalmente, servidlo todo junto y, si os apetece, echad un poco de sal en escamas por encima.
¡Buen Provecho!