El pimiento de Padrón es de pequeñas dimensiones, entre unos 5 y no más de 10 cm, de color verde oliva en verde amarillento y que tienen como particularidad gastronómica, además de su intenso sabor, el cual algunos ejemplares resultan particularmente picantes, aproximadamente entre un 10 % y un 25 %.
Como veréis, no necesitan demasiada elaboración. La forma más tradicional de servirlos son freídos o hechos en la plancha... y presentados con una pizca de sal, a veces, gorda o en escamas. A mí me gusta utilizarlos como tapa o como acompañamiento de otros platos.
500 g pimientos del Padrón
aceite de oliva
sal grande o en escamas
Siempre tienen un aspecto muy atractivo.
Lavadlos bien.
En una sartén bien caliente con un chorro de aceite, salteadlos.
Removedlos bien, ya que se tienen que hacer por ambos lados,
Cuando el color dorado sea mayoritario ya podéis apagar el fuego.
Aunque los veis enteros... el calor residual hará que se bajen y queden blanditos.
Finalmente, a mí me gusta salarlos con sal de escamas Maldon.
Unas escamas... le darán textura y sabor, al igual que pasa con el Pulpo a Feira.
Y ya los podemos servir a la mesa, bien calentitos.
Aseguraos de tener bebida cerca antes de probar uno.
¿Probamos uno?
Ummm... este no pica... pero el segundo sí... ¡Y ha sido bárbaro!... ¡Me encanta!
Como podéis ver, también los podéis utilizar como guarnición de unas Berenjenas rellenas. ¡Buen provecho!