Como seguimos en temporada de pinchos (es mentira, no hay ninguna temporada de pinchos, ya lo sé, pero a mí me hace gracia decirlo, je,je), hoy os presento un pincho muy recomendable, aunque tiene su trabajo prepararlo. Es de aquellos pinchos que haces para aprovechar que te ha sobrado romesco de una calçotada o similar. También podéis hacer un poco de romesco o comprarlo hecho, que hay muy buenos.
He utilizado una base de romesco sobre la que he colocado unas tiras de puerro. Después de probarlo, yo os recomendaría hacer el puerro en dados pequeños (o tiras muy finas), ya que es una verdura que como sabéis cuesta un poco de cortar con los dientes. Pero el sabor del puerro combinado con las gambas y el romesco es para disfrutarlo sin prisas... con una buena copa de vino. Espero que os guste.
8 gambas rojas
8 rebanadas de pan de chapata
1/2 puerro
salsa romesco
aceite de hierbas aromáticas
pan rallado
aceite de freír
sal
El secreto de este pincho es la gamba roja, así que no escatiméis en el producto. Puede ser congelada, pero que sea de buena calidad.
Cortad las raíces del puerro...
Y haced tiras de la medida del pincho. Si son la mitad de delgaditas que eso... mucho mejor.
Pelad las gambas. Podéis guardar a las cabezas para hacer un caldo o una crema de marisco.
Hoy utilizaré unos palillos muy bonitos que compré.
Preparad un cazo con aceite para freír... y mientras se calienta, untad las gambas con salsa romesco.
Las vais dejando sobre pan rallado.
... y las vais rebozando.
Vamos friendo los camarones. Con un minuto tendremos bastante.
Veréis cómo queda una rebozado muy crujiente.
¿Tienen buen pinta, verdad?
En el mismo aceite freiremos las tiras de puerro.
Lo mismo, con un minuto o menos ya las tendremos.
Lo reservamos todo junto para montar el plato.
Una vez hecho el montadito podéis calentarlo en el microondas durante unos 20 segundos.
Coged una rebanada de chapata cortada al sesgo... y poned una capa de salsa romesco. Encima unas tiras de puerro.
Utilizaré un aceite de hierbas que acostumbro a hacer para las pizzas, pero en esta ocasión no pica.
Colocamos dos gambitas en cada pincho... un poco de sal en escamas... y el chorrito de aceite de hierbas por encima.
Y ya lo podemos servir.
Claro, son productos buenos que fácilmente gustan a todo el mundo.
Un pincho que no falta en nuestra mesa.
Igual que el de brie con tomate confitado y jamón ibérico crujiente...
... no hay sesión de pinchos donde falte este en concreto.
O el de lomo con queso y cebolla caramelizada...
... donde el pan ya lleva un chorrito de salsa "Viandox"...que tan bien le hace al lomo
¡Buen Provecho!