Queréis quedar bien?... con estos pinchos quedaréis bien, ¡os lo prometo! Suena pedante, ya lo sé, pero es que están buenísimos y son muy muy particulares. Se mezclan la suavidad del puré de calçot con romesco... con la dulzura peculiar del tomate confitado... y el salado del bacón... una combinación extraordinaria... en mi opinión, claro. Lleva su trabajo... sobre todo el puré, pero después podréis montar en 5 minutos tantos como queráis.
¿Que cómo se come?... con una mano se coge el trocito de bacón y con la otra la cuchara. Se come el puré con el tomate y, prácticamente sin masticar, nos comemos el bacón crujiente... y lo mezclamos todo en la boca. A mí y a mi mujer nos ha parecido exquisito. Me lo guardo para presentar cuando tenga invitados. Y a vosotros qué... ¿Os ha gustado este invento, pues?
puré de calçots con romesco
pimienta negra
sal rosa del Himalaya
cilantro fresco para decorar
2 tiras de bacón
2 rebanadas de tomate confitado
Partiremos del supuesto que ya tenemos hecho nuestro puré de calçots con romesco. Revisad la receta previamente.
Tenemos preparados nuestros tomates confitados... toda una delicatessen.
Lo serviremos en unas cucharillas individuales.
Cortamos el tomate... ¿qué curioso, eh?
Es un muy buen producto.
Prepararemos una manga pastelera con un cornete redondo ancho.
Lo llenamos de puré de calçot. Lo podemos hacer con el puré en frío, caliente o templado.
Llenamos las cucharillas.
A continuación pondremos un triángulo de tomate confitado y un poquito de pimienta negra.
En una sartén a fuego muy bajo... tostad un poco de bacón... hasta que os quede bien crujiente.
Mientras, le podemos ir colocando unas hojas de cilantro a modo decorativo... pero que también le aportará un aroma característico al pincho.
Finalmente, colocad un trocito de bacón crujiente por encima del tomate.
Acabaremos con un poco de sal rosa del Himalaya. Ya sé que suena contradictorio, pero es una sal no demasiado salada... con un perfume peculiar y crujiente.
Un poquito por encima....
... y ya los podemos servir.
Ya os digo, en frío o en caliente... son una maravilla.
Me han gustado tanto que los he vuelto a hacer... y he incorporado el tomate cortado redondo...
... queda más mono, ¿verdad?
Espero que os hayan gustado. ¡Buen provecho!