Esta es una de aquellas recetas que me ha sorprendido gratamente. No lo había hecho nunca, hasta ahora, y ya me imaginaba que un asado con pollo sería bueno, ¿pero tanto? Me ha sorprendido la aportación que han hecho las castañas y sobre todo el orégano, el sabor es muy peculiar. Un plato que ha pasado de parecer bueno a ser muy bueno.
Evidentemente, antes de nada tendremos que disponer del medio kilo de castañas tostadas. Las podéis comprar ya tostadas o tostarlas en casa. Sí que os hará falta una cierta paciencia para pelarlas, aunque puede ser una actividad familiar muy estimulante para los pequeños de la casa. No hay que decir que os recomiendo la castaña gallega por encima del resto.
Un pollo de payés
500 g de castañas tostadas y peladas
4 cebollas medianas picadas
una cabeza de ajos
una ramita de orégano (o dos cucharadas de orégano seco)
un chorro de vino blanco
aceite de oliva
pimienta negra
sal
agua
Variantes:
- Lo podéis servir con unas patatas o unos boniatos de acompañamiento
- Para dorar el pollo, podéis utilizar un poco de manteca en lugar de aceite
- Podéis utilizar castañas pilongas (deshidratadas)
Como os comentaba, yo he optado por tostarlas en casa.
Haremos un corte en las castañas para evitar que revienten y para comprobar la existencia "de habitantes".
Pondré las castañas al horno a 200 grados durante unos 30-35 minutos.
Las removeremos de vez en cuando.
Una vez salgan del horno, las pasaré por la sartén de agujeros para dar aquel acabado tostadito que solo el fuego nos puede proporcionar.
Este es el aspecto que buscaba... con una cocción interna de la castaña perfecta.
Una vez peladas, las reservaremos para más adelante.
Ahora vamos a ocuparnos del pollo. Preparamos todos los ingredientes.
El pollo. Como siempre, si es ecológico... mucho mejor.
Pedid que os corten el pollo para asar, en buenos trozos.
La cabeza de ajos la pelaremos un poco y le haremos unos cortes con el cuchillo. Así soltará toda la esencia.
La cebolla, cortadla en trozos grandes.
Ahora tenemos que marcar el pollo. Lo podéis hacer con aceite directamente, pero los asados agradecen un poco de manteca: aportará mucho sabor al conjunto, además de calorías, claro está.
Para no poner toda manteca, yo pongo mitad manteca y mitad aceite de oliva... y así reparto un poco la grasa.
Mientras se calienta el aceite en una cazuela honda, podemos ir salando y pimentando el pollo.
Y poco a poco iremos dorando todo el pollo. Cuidado que salpica y os podéis quemar.
Seguramente no podréis dorar todo el pollo de una serie. Reservad una parte y dorad la otra.
Una vez tengamos todo el pollo dorado, lo juntaremos en la cazuela y retiraremos el exceso de aceite (importante para evitar un asado aceitoso). Verteremos también la cebolla.
Al mismo tiempo, pondremos el ajo...
y el orégano.
Le daremos un par de vueltas para mezclarlo bien.
Ahora incorporaremos un poco de vino blanco. Ya sabéis que yo utilizo un vino especial para cocinar, de la casa Pinord, que está macerado con hierbas. Es más intenso y concentrado que otros y, por lo tanto, se tienen que respetar las proporciones que recomienda el fabricante.
Lo que acostumbro a hacer es poner medio vaso de vino Gran Chef y medio más de vino blanco normal, mezclados.
Ahora, taparemos la cazuela y dejaremos que reduzca y se evapore el alcohol del vino durante unos 15 minutos a fuego bajo.
Pasado este tiempo añadiremos agua para cocer el pollo. Siempre bien caliente, hirviendo. Pondremos un litro, sin pasarnos. Es mejor ir añadiendo un poco de agua durante la cocción que toda de golpe. Salad el contenido.
El pollo estará hecho en aproximadamente unos 60-80 minutos. Pero dependerá del tipo de pollo. Si es de payés tarda un poco más. Vigilad que no se deshaga. Tenéis que ir probando el pollo hasta encontrar el punto justo de cocción.
Cuando queden 15 minutos para acabar la cocción, añadiremos las castañas que tenemos reservadas. Se pueden hervir un poco previamente si queréis, pero no hace falta. Si utilizáis castañas pilongas, aparte de haberlas tenido 12 horas en remojo, las tendréis que incorporar al guiso 30 o 40 minutos antes de acabar, ya que necesitan más tiempo de cocción. No es lo mismo una castaña cruda y tostada que una castañada deshidratada.
Perfecto. Seguimos.
Y dejad que hierva estos 15 minutos más.
Como todos los asados, estará mucho mejor pasadas 24 horas. Una vez esté totalmente frío lo podéis guardar a la nevera en un tupper.
Lo podéis acompañar de unas patatas fritas.
Es un plato muy recomendable.
Acompañadlo de vino tinto.
¡Buen provecho!