Hoy utilizaré el turrón artesano más típico de Agramunt. Cuando me sugirieron qué receta podría hacer con el turrón de Agramunt enseguida lo tuve claro, un asado. Era de esperar que la aportación de la avellana sería un factor de éxito en un guiso tradicional como este. No es un plato dulce como se pueda pensar inicialmente y la aportación del azúcar del turrón permite matizar todos los sabores de los ingredientes.
1 pollo cortado a trozos
2 cebollas picadas
5 dientes de ajo
1 chorro de brandy
1 chorro de vino blanco
2 hojas de laurel
1 rama de canela
3 galletas de turrón de Agramunt
300 g níscalo fresco
perejil fresco
aceite de oliva
un poco de manteca de cerdo
agua
sal
Variantes:
- Podéis utilizar otras setas o prescindir de ellas
- Se pueden añadir ciruelas y piñones
Preparamos todos los ingredientes.
El pollo, como siempre, si es ecológico mucho mejor.
Como estamos en temporada alta de setas frescas... pondremos unos cuantos níscalos.
Este año, precisamente, son magníficos... y ninguno de ellos tiene gusanos.
Salamos el pollo que habremos limpiado y secado previamente.
Lo pimentamos también.
En una cazuela con un poco de aceite añadimos una cucharada de manteca de cerdo.
Cuando la manteca esté deshecha y toda la grasa caliente, verteremos el pollo...
... y dejamos que coja color por todos los lados.
Si no os cabe todo, hacedlo en dos tandas.
Picad la cebolla.
Con todo el pollo dorado en la cazuela, ya podemos verter la cebolla. Previamente, si hace falta, podéis desengrasar la cazuela y sacar un poco de aceite. Dejad el justo y necesario.
Un par de hojas de laurel...
... y una rama de canela.
En este punto pondremos el vino. A mí me gusta poner mitad brandy, mitad vino en estos guisos...
Lo vertemos en la cazuela...
... lo tapamos y lo dejamos cocer a fuego medio durante unos 15 minutos.
Mientras tanto, podéis aprovechar para ir limpiando las setas, con un trapo húmedo y mucha paciencia.
Hasta que os queden de película.
¿Bonitos, eh?... y son de aquí, de la tierra.
Una vez pasados los 15 minutos ya podemos tirar el agua para cocer la carne.
No os paséis con el agua. Es mejor ir añadiendo un poco de agua caliente que ponerla toda de golpe. Que no cubra nunca del todo el pollo. Lo dejaremos cocer unos 40-45 minutos. Y lo vais removiendo de vez en cuando, claro.
Pelamos unos ajos...
... y los picamos con un poco de perejil fresco.
Bien pequeño.
Ponemos los níscalos en una sartén...
... y salteadlos en una plancha con un chorro de aceite y un poco de ajo y perejil por encima.
Cuando tengan color dorado los reservaremos. No hay que salarlos.
Cuando el asado ya lleve media horita de cocción... podéis salarlo.
Y lo volvemos a tapar durante un rato más.
Cuando falten 10 minutos para acabar la cocción, pondremos el turrón.
Utilizaré tres galletas de turrón como estas.
Lo he partido un poco, pero no hay que desmenuzarlo.
Creo que es interesante encontrar la avellana entera en este guiso.
El turrón se irá deshaciendo poco a poco, así como la galleta de clara.
Ya tiene buena pinta de verlo, ¿eh?
En el mismo momento, podemos incorporar también las setas.
Y las repartimos bien.
Dejad que hierva unos minutitos más para integrar todos los sabores.
Probad el guiso y rectificad de sal si hace falta.
Una vez el pollo esté bien cocido, pararemos el fuego y lo dejaremos reposar una o dos horas.
Como todos los asados, siempre son mejores de un día para otro.
Y ya lo podemos emplatar.
Poned un poco de todo, de pollo, de avellanas, de setas... y de juguito.
Parece muy aceitoso, pero no lo es. La salsita incorpora toda la esencia del turrón.
Os puedo asegurar que es un plato excelente y muy recomendable.
¿Lo probamos?... ummmm... no hace falta que sea Navidad para comerlo, ¿eh? ¡Buen provecho!