¡Hola "Gourmeters"!
Hoy os traigo una receta típica del este de Europa. Allí se conoce como "Pollo con paprika" o "Pollo a la húngara". Una manera de hacer el pollo con mucha personalidad, napado con una salsa potente y acompañado, normalmente, con arroz o pasta. Ingredientes sencillos y elaboración sencilla.
¿Lo queréis probar?
4 muslos de pollo
20 g de pimentón rojo dulce
200 ml salsa de tomate frito
aceite de oliva
pimienta negra
100 ml nata líquida para cocinar
1 cebolla roja picada
3 dientes de ajo picados
2 cucharadas de harina
500 ml caldo de pollo
sal
sal en escamas
Variantes:
- Podéis acompañado el plato con arroz
- Se puede hacer picante
Preparad todos los ingredientes.
Primero, tiráis un poco de aceite sobre los muslos de pollo.
Con las manos, untad bien toda la carne, por ambos lados.
Ahora, salad y pimentad el pollo.
En una sartén con unas gotas de aceite, marcad bien el pollo.
Mientras tanto, podéis ir picando la cebolla y el ajo.
Vigilad el pollo y dadle la vuelta. No lo queremos cocer, pero si marcar mucho.
Cuando tenga este aspecto tan doradito, lo reserváis en un plato.
En el mismo aceite, y si hace falta añadid un poco más, sofreís la cebolla con un poco de sal.
Cuando la cebolla esté dorada, añadid el ajo picado y lo doráis un poco también.
A continuación, ya podéis añadir el pimentón dulce.
Y también la harina.
Ahora, no dejéis de remover durante un par de minutos. La idea es cocer la harina y dorar el pimentón sin que se queme.
Seguidamente, añadid el tomate frito.
Lo removéis bien y lo dejáis hacer un par de minutos más.
Y ahora, añadid a dentro de la sartén el caldo de pollo bien caliente.
Lo saláis.
Con una barilla tenéis que integrar bien la harina, que tenga buena textura. En 5 minutos estará.
Ahora, incorporad de nuevo el pollo a la sartén..
Y lo napáis con la salsa.
Poned la sartén al horno durante unos 30-35 minutos a unos 190 grados. ¡Cuidado! la sartén tiene que ser compatible con el horno (sin plásticos). No hace falta que le déis la vuelta al pollo.
Mientras se hace el pollo, podéis poner a cocer un poco de pasta.
Cuando el pollo esté dorado y cocido ya lo podéis sacar del horno.
Con cuidado, retirad los muslos de pollo y los reserváis.
Volved a poner la salsa al fuego e incorporad la nata para cocinar.
Removedlo bien y rectificáis de sal si hace falta.
La salsa cambiará de color y no quedará tan fuerte de sabor.
La pasta ya estará cocida.
Por lo tanto, ya podéis servir el pollo. Una capa de salsa, el pollo y la pasta. Y como no, un chorrito de aceite en crudo y sal en escamas.
¡Muy bueno! ¡Buen provecho!